miércoles, 1 de octubre de 2008

El tiempo dio una tregua a la Romería

Todo hacía presagiar que este año en la Romería de Septiembre la lluvia haría acto de presencia. La duda llegaba a primeras horas de la tarde del viernes, que, con un sol de justicia sobre Guadalcanal, todos los habitantes de nuestro pueblo se disponían a realizar las últimas compras de cara al día de Romería que íbamos a vivir.

A las 8 en punto de la tarde daba comienzo la Santa Misa en la Parroquia. Una homilía de nuestro párroco, D. Gabriel, llena de contenido emotivo hizo saltar las lágrimas de todos los presentes: "... desde hoy nuestra casa se queda un poco más vacía porque Ella lo llena todo... Nuestra Parroquia se queda sola y muda sin Su Presencia..." Fueron palabras que a todos nos llegaron al corazón y nos hicieron sentir que el momento de la despedida estaba cerca.

Casi con puntualidad inglesa, a las 9 menos cuarto de la noche hacía su aparición el paso procesional de Nuestra Patrona en la Plaza, a los sones del himno nacional, para emprender su camino hacia el Espíritu Santo (anhelo de novicias y recuerdos de las Hermanas de la Doctrina Cristiana que tantos años nos acompañaron) donde la Reina de Guadalcanal iba a ser despojada de su Corona de Reina para colocarse la Pamela de Pastora y emprender su Caminar al Santuario.

A las 12 de la noche, con una iglesia repleta de devotos, se rezaba el Santo Rosario, cantado por el Coro Romero "Nuestra Señora de Guaditoca". A la salida, un cielo completamente estrellado y claro nos hacía presagiar que Nuestra Madre emprendería camino a su Ermita a la mañana siguiente.

Luciendo un traje de Pastora de antaño, con la saya llena de flores de colores y una capa antigua blanca, bordada en oro fino, y la pamela llena de flores, la Santísima Virgen nos esperaba a las 8 en punto de la mañana. Todos los mástiles de su "toldo" cogidos con el pañuelo de la fe de sus romeros, que emprendieron el camino cantando sevillanas, al son de tamboriles y panderetas, de cohetes que surcaban el aire en una clara mañana de Septiembre, rumbo a Guaditoca, llevando a su Madre, a su Reina, a su Patrona hasta su Ermita. Delante, como cual Reina con su corte, sus romeros a caballo. Emotivo caminar de todos los miembros de la Peña Caballista de Guadalcanal, que ofrecieron a la salida un hermoso ramo de flores a la Virgen y que portaron su Simpecado a caballo todo el camino, abriendo la comitiva de romeros y romeras que entre salves, plegarias y sevillanas llegaron a Guaditoca un poco más tarde de lo habitual, muestra del inmejorable camino que se había vivido.

Con la emoción contenida, y con muchas lágrimas en los ojos de todos los romeros, a las 12.15 de la mañana hizo su entrada Nuestra Patrona en el Santuario. Antes, la despedían todos los caballistas con un signo de reverencia en la puerta, ante el aplauso y la emoción de todos los Romeros. No pararon de sonar las sevillanas a Nuestra Madre, con la emoción contenida que casi no salía la voz de la garganta. Desde ese momento comenzaba la cuenta atrás para Abril.

Quedó entronizada en un altar tapado de celeste cual fiesta de la Inmaculada, en el cual se enmarcaba el dosel que cubría su "toldo", como una Reina. Y se nublaba poco a poco el cielo. Se nublaba porque sus romeros se asomaban a los balcones celestiales para llorar su ausencia. Tantos corazones que desde Abril nos han dejado, y tantos otros que lo hicieron antes. Tantos romeros que llenaban sus labios con solo decir "Guaditoca" y que se asomaban a las puertas de la Gloria para ver la Romería de Septiembre. El tiempo dio tregua para llegar con Ella a la Ermita, pero empezó la llovizna a mediodía. No obstante, las ganas de fiesta siguieron en los romeros, que aguantaron todo el día con su Patrona pese a que el tiempo estaba empeorando por momentos. A las 12 de la noche finalizó el baile en la caseta, con lo que se ponía fín a la Romería. Desde entonces y hasta Abril sólo quedan 207 días. Eso, cuando nos demos cuenta, habrá pasado y de nuevo gozaremos con la Presencia en Nuestro Pueblo de la Santísima Virgen, Nuestra Señora de Guaditoca, Patrona de Guadalcanal.