lunes, 30 de marzo de 2009

CAPITULO III (2ª Parte)

En la segunda mitad del siglo XVII misionaba en Extremadura y Andalucía un benemérito hijo de San Ignacio de Loyola; incansable apóstol del Evangelio trabajó con celo y constancia sobrehumana en la salvación de las almas. Dio misión en Guadalcanal, y es interesantísima la relación que el mismo religioso, el P. Tirso González, nos ha dejado de ella y de los frutos abundantes que cosechó. No es este lugar para copiar lo que dejó escrito; pero al menos hemos de insertar lo que dice en relación con la devoción a la Santísima Virgen de Guaditoca.
Coincidió la misión del P. Tirso con la traída de la Virgen a Guadalcanal por necesidad de agua, según acuerdo de la Justicia y Regimiento de la Villa, tomado en 5 de Abril, que dice así:
“En este Cabildo se dijo que por cuanto por la grande falta de agua están los panes muy pequeños y los campos muy agostados; y para pedir a Dios nuestro señor nos remedie esta necesidad, valiéndonos del patrocinio y amparo de la Virgen Sma. de Guaditoca, su madre, abogada de esta Villa y nuestra, se acuerda que se traiga a tan divina magestad de su santa casa con toda decencia y veneración el domingo por la mañana ocho del corriente a el Convento del Esp.º Santo de esta Villa, para que desde este se traiga dicho día por la tarde con procesión solemne a la Iglesia mayor, en donde se ponga sitial, para que esté su magestad y que se haga un novenario por cuenta de esta Villa con todos los demás gastos de cera y otras cosas que fueran necesarias, para que con toda decencia y autoridad, que sea posible y esta Villa acostumbra se le hagan. Y para que cuiden de ello fueron nombrados por Comisarios los señores Don Diego Chacón Ortiz y D. Pedro Carranco de Ayala presbíteros, y a los señores D. Alonso Damián de Ortega, Teniente de Alférez mayor, y Don Rodrigo Ventura de Ayala y Sotomayor, veedor y obrero mayor de la Orden de Santiago, para que así juntos, como cada uno de por sí, hagan todo lo necesario en orden a lo referido en este acuerdo; para lo cual esta Villa les da comisión en debida forma.”
Desde Fuente del Arco, salió el P. Tirso para Guadalcanal el Viernes anterior a la dominica in albis del año 1688, acompañado de D. Juan del Castillo, sacerdote de Llerena, muy de la Compañía, y que en la modestia y virtud, es como un jesuita de los más ajustados. No le acompañaba el P. Medina por estar enfermo. Citeles (a los de Fuente del Arco) para la mañana a las seis para otro Sermón, con intento de no predicar más; pero después, por haber sabido que los de Guadalcanal salían sábado por la tarde, a buscar a Nuestra Señora de Guaditoca (que es una Imagen de mucha devoción, a quien traen desde una ermita distante de allí legua y media, en todas las necesidades de agua); me determiné a aguardarme allí a predicar aquella noche; para que el Domingo todos ganasen el jubileo de la hora de la muerte, como se hizo… Por más pronto que quise despachar, no pude salir de Fuente del Arco hasta el Domingo por la tarde a las tres, con que llegué a más de las cinco a Guadalcanal. El P. Peñarrubia había ido a aquella Villa a cierto negocio y aquel día, en que concurrió de los lugares circunvecinos mucha gente en procesión para traer a Nuestra Señora (de Guaditoca) de su casa a Guadalcanal, les había predicado un sermón de ocasión y había publicado la Misión… Todo el tiempo que duró la Misión tuvieron en la Iglesia a Nuestra Señora de Guaditoca con altar muy rico; y la gente, que es devotísima de esta Señora, acudía a visitarla. Con los moradores de esta Villa de buenos naturales y amigos de oír sermón: tocábase a Misión a las cuatro y media, empezábase el rosario a las cinco o cerca de ellas, y estaba entonces la Iglesia llena. Sucedía la doctrina y el sermón, y allá entre dos luces cantaban todos los días una salve y una letanía a la Virgen con mucha devoción.
Por ver en todos tanta hambre de la divina palabra, el martes (de la III semana después de pascua) predicó el P. Andía, y yo eché para el Miércoles por despedida, el sermón de la devoción a Nuestra Señora, sin saber la ocupación que tenían aquel día, pues tuvieron por la mañana sermón a Nuestra Señora de Guaditoca, por haber hecho fiesta aquel día, no sé si el gremio de doncellas, o el de estudiantes, o cierta cofradía… A los dos o tres días de comenzada la Misión llovió excelentemente en Guadalcanal y su comarca; que parece que para darles el agua por intercesión de la Virgen, solo esperó Dios a verlos arrepentidos y llorando sus culpas.”(24)
En 1º de Agosto de 1671 otorgó testamento D. Pedro de Ortega Freire, ante el escribano Juan Rodríguez del Castillo, e instituyó una patronato sobre parte de sus bienes, dejando asegurada la Memoria, que para el culto de Nuestra Señora de Guaditoca fundo su padre D. Alonso.
“Declaro, dice, que Don Alonso Carranco mi padre, labró la Iglesia de Nuestra Señora de Guaditoca, que está en el término de esta Villa, por cuya causa le tocó el derecho de patronato de ella, y a mí como a su hijo: y porque también le toca este patronato a Don Alonso Damián de Ortega, mi hijo, por ser mayor; y el dicho mi padre labró una casa inmediata a dicha Iglesia, quiero y es mi voluntad, que el dicho D. Alonso sea patrono de dicha Iglesia, y que suceda en dicha casa inmediata con su huerta y tierras de los Berriales, que se conocieren por ser míos en dicho sitio, y otras que están lindando con el encinal de esta Villa, y otra suerte que está frente de dicha Iglesia, linde con la dehesa de la Vega, que yo desde luego le mando dicha casa y tierras con cargo de que pague la Memoria que dejó fundada dicho mi padre, que dice el día de la fiesta de Nuestra Señora antes de la Misa Mayor; en lo cual suceda por obra de patronato que en caso necesario fundo, para que dichas tierras y casa las goce el dicho mi hijo y sus descendientes y pase a quien le tocare de mis hijos y parientes más cercanos, excluyendo, como excluyo, a los que no fuesen de legítimo matrimonio.”
Se enterró D. Pedro, según dispuso en el mismo testamento, en la parroquia de Santa María, junto a sus padres; y dejó fundada otra memoria para honra de la Santa Cruz, que se cumpliría el día de la Exaltación de la Santa Cruz.
El P. Tirso González, en la relación de sus Misiones, nos da algunas noticias de un devoto de la Santísima Virgen de Guaditoca y bienhechor de su Santuario. “De Guadalcanal, dice, partimos a Cazalla, el viernes 26 de Abril (de 1668) a medio día, y llegamos entre cuatro y cinco de la tarde, apeándonos en el Hospital de la Caridad. Por haberse caído una pared, y estarse reforzando el cuarto principal, no nos quisieron dejar allí, siendo así que no solo para la edificación, sino también para la comodidad temporal fuera mejor estar en él.
Un caballero mozo, por nombre D. Francisco Maldonado, natural de Guadalcanal, y casado en Cazalla con una señora muy piadosa llamada D.ª Mariana Valero, luego que nos vio en el Hospital, sin tener que comer ni quien cuidase de ello, nos convidó para ir a comer y cenar todos los días a su casa cercana al Hospital y tomó por su cuenta el disponernos en este dos camas; pero yendo a disponerlas y viendo aquiello tan mal parado, se determinó a traernos a su casa, sin que fuese posible resistirnos. Dijónos este señor, que el haberme oído decir en el primer sermón “sin un maravedís entramos y sin un bocado de pan, y de este modo hemos de salir”, le habían movido de suerte para asistirnos, que aunque durmiera al sereno, nos había de hospedar en su casa. El agasajo que aquí nos hizo fue grande; pero tráfago y ruido que en la casa había y la estrechez de las habitaciones, nos hizo estar ahogado y sin poder descansar y dormir lo necesario…
Premió Dios a D. Francisco, la devoción con que nos acogió del modo siguiente: no tenían hijo varón, lo que les tenía tristes; díjeles que se encomendasen a San Ignacio, hiciéronlo así, y antes de un año les dio Nuestro Señor un niño muy lindo, a quien pusieron por nombre Ignacio, y su padre hizo un altar al Santo en reconocimiento.”
En 1673 estaba en Guadalcanal D. Francisco Maldonado y otorgó escritura ante Lope Martín de Alba en 2 de Diciembre comprometiéndose “a que en todo el mes de Mayo venidero… traerá maestros doradores, que doren y estofen el retablo de Nuestra Señoras de Guaditoca, sita en la Vega del encinal de esta Villa, cuya obra ha de ser a costa del otorgante; con tal que el licenciado don Diego Chacón Ortiz, presbítero, Mayordomo de dicha Imagen, haya de sustentar de comida y bebida a los dichos maestros y oficiales en el tiempo que durase la dicha obra, y además de ello ha de dar dicho Mayordomo cuatro mil reales de vellón para ayudar a la costa del dorado.” Se conformó el Mayordomo con las condiciones estipuladas.
De otra donación hemos de hacer mención: Una ilustra dama, D.ª Ana de la Parra, vecina de Guadalcanal, que vivía en la calle de la Dehesa, viuda de Diego Galves, otorgó testamento en 18 de Junio de 1676 y después de nombrar herederos de su hacienda a sus primos Juan de Galves y Lorenzo de Galves, por no tener herederos directos; y de mandar enterraran su cadáver en la parroquia de Santa María en la sepultura que tenía en la capilla de San Andrés, junto a la de su madre Juana Rodríguez de Castro, dejó el siguiente legado: “Mando a Nuestra Señora de Guaditoca una joya de oro con una Concepción con perlas y esmeraldas, y tiene de peso veinticinco adarmes, dentro de una bolsa bordada; y esto sea para el adorno de Nuestra Señora, y quiero que en ningún tiempo sea vendida, y que se asiente en los libros de la Cofradía.” (25)

(1) Historia de la Casa de Herrasti, señores de Domingo Pérez en Granada escrita por D. Juan Francisco de Paula Pérez de Herrasti Vera Gadía Maldonado Alvarez de Alcozer Afan de Rivera Ortega Iriarte Salazar Ponze de León. VIII. actual Señor de dicha Casa y de el Palacio Casa Fuerte con Tiros de Artillería Tercias y Alcabalas de la Villa de Padul: Regidor Perpetuo de las Ciudades de Guadix y Alcalá la Real. Quien la dedica a María Santísima de las Angustias. Patrona de dicha Ciudad. En Granada, en la Imprenta de S.S. Trinidad Año 1750 pág. 254.
(2) Guaditoca, nombre árabe; parece compuesto, según D. A. Muñoz y Bosque de Uad que significa río, y de tdaika, que significa angostura, estrechez: todo unido sería Uad etd tdaika.
(3) Expediente de concesión del Patronato de la Iglesia de Guaditoca a D. Alonso de Ortega – Archivo Histórico Nacional.
(4) Pérez Herrasti _ loc. cit.
(5) Este privilegio fue confirmado por el Maestre y Capítulo General en 21 de Septiembre de 1.440, y habiendo surgido debates y contiendas entre las villas de Azuaga y Guadalcanal, nombró el Gran Maestre jueces que dieron sentencia aclaratoria en Guadalcanal a 20 de Noviembre de 1469. Nuevas confirmaciones dieron D. Alonso de Cárdenas en 9 de Mayo 1480 y los Reyes Católicos en 1494 – Archivo Municipal de Guadalcanal – Carpeta de privilegios.
(6) Expediente de la Visita general de ese año –Archivo de Santa María de Guadalcanal- legajo 234.
(7) Estos autos y los demás que se citarán, están tomado de los Cuadernos de Autos Capitulares de la Villa- Archivo Municipal. No ha sido empresa fácil investigar en el archivo del Ayuntamiento de Guadalcanal. Desde fines del siglo XVIII en que se hundieron las casas del Cabildo, no ha tenido la Villa casa propia hasta hace pocos años; el archivo después de la revolución de 1868 se colocó en la Sacristía de la Iglesia de Nuestra Señora de los Milagros, lugar a propósito para que la humedad y el abandono acabasen con los documentos que allí se depositaron sin orden no concierto. El actual Alcalde D. José Castelló, accediendo a ruegos del Autor trasladó los documentos que quedaban al Ayuntamiento y actualmente se trabaja en ordenarlos y catalogarlos. Aun quedan muchos de gran valor histórico.
(8) Protocolo de Escrituras –año 1638- folio 185 –Archivo Municipal de Guadalcanal.
(9) Archivo de la Secretaría del Arzobispado de Sevilla.
(10) Estos datos están tomados de la Visita de Capellanías de 1628, Archivo de Santa María de Guadalcanal y de las fundaciones de Capellanías y Memorias. Archivo del Arzobispado.
(11) Pérez Herrasti, ob. cit. casa VIII.
(12) Protocolo de escrituras –año 1671- fº 58.
(13) Protocolo de escritura, año 1638, folio 198.
(14) Este documento y el siguiente están en el Archivo Histórico Nacional – Orden de Santiago – Santuarios, leg. 540.
(15) Protocolo de este año, folio 436. Faltan los folios hasta 445. Dejó una memoria a honra del Apóstol San Pedro, y la cláusula dice así: ”Declaro que habrá diez y ocho años que por ser devoto del Apóstol San Pedro, Príncipe de la Iglesia, fundé una Memoria en que se me dice una Misa cantada el día de su fiesta en la Ermita del glorioso Santo, que está al pie de la Sierra de la Breña, y si faltare la dicha Ermita, se diga en la Iglesia de Santa María de esta Villa, y para ello di una huerta que tenía, linde con la que llaman de la Madre de Dios, y a esta llaman de San Pedro: y mando a mi heredero y los demás que sucedieron tengan cuidado en que se diga la Memoria.”
(16) Partida –“Jueves, veinte y nueve días del mes de setiembre de mil seiscientos y cinco años, yo el Licenciado Francisco Gálvez, Cura de esta Santa Iglesia Mayor, bapticé a Pedro, hijo de Alonso Lucas y de su muger doña Beatriz de Ortega; fue su padrino Diego Díaz de Ortega, su bisabuelo, todos vecinos de esta dicha villa –El Licenciado Francisco Gálvez”.- Archivo de Santa María libro 2, folio 219 vto.
(17) El título de ordenación está unido al expediente de la capellanía que fundó su padre.
(18) Solicitó la capellanía que fundó su padre y pidió la colación en 15 de Enero de 1625 y en el mismo día el Provisor mandó poner los Edictos. En 30 de Enero se hizo la información en Guadalcanal y fueron testigos Pedro de Montemayor y Antonio de Vera Pizarro; y en el mismo día se le dio colación. - Archivo del Arzobispado. Las noticias de Capellanías y Memorias que se han de insertar, cuando estén tomadas de este Archivo, no se hará notación alguna. La sección de Guadalcanal está catalogada por orden alfabético de los nombres de los fundadores.
(19) Pérez Herrasti, ob. cit.
(20) Archivo General del Arzobispado.- Guadalcanal.- Ordin, nº 18- Hay un papel de 1639 en que declara que debe a la Iglesia Mayor 1700 reales “por razón de que en mi se ha rematado la cañama de este año”.
(21) Protocolo – Año 1653 – F. 175. En 1660 Juan Martín, hortelano, arrendó la misma casa por tres años en cien reales anuales - Protocolo de 1660, folio 98.
(22) As. H. N. – Expediente de patronato a favor de D. Alonso de Ortega.
(23) Archivo Histórico Nacional. Expediente de concesión del patronato. Hay otra copia en el Archivo de Sta. María.
(24) P. Elías Reyero, S.I. – Misiones del M.R.P. Tirso González de Santalla, XIII prepósito general de la Compañía de Jesús. 1665-1686. Santiago 1913. Se hospedaron los Misioneros en las casas de Juan Ortega y de D.ª María de Galves, su mujer, de cuyo matrimonio hace el P.Tirso el siguiente elogio en sus Misiones: “En Guadalcanal estuvimos hospedados en casa de unos caballeros Santos, así la muger como el marido: el se llama el Licenciado D. Juan de Ortega, que escribió a Llerena, pidiéndonos con gran insistencia fuésemos a su casa. Ella se dice D.ª María de Gálvez, no tienen hijos; son muy ricos y desean fundar un Colegio de la Compañía. Tiene él un hermano Trinitario descalzo, y por eso trató de fundar un convento de esta religión, que no cuajó. Ahora está más inclinado a la Compañía. Tiene dos hermanos casados, cargados de hijos; para estos quiere la hacienda raíz, y el dinero lo guarda para una obra pía. Yo no le hable palabra en la materia. Tiene un cuarto apartado del ruido de la casa, muy capaz y acomodado, adonde estuvimos con mucha quietud. El afecto y llaneza de estos caballeros, y el amor con que nos trataron y el cuidado con que se desvelaban en agasajarnos, no es decible. Quedaron muy pagados de ver el fruto de la Misión; y D. Juan tomó por cuenta el poner un cuadro grande a nuestro padre San Ignacio en el hueco de una Capilla que está desembarazada en la Iglesia, y es de D. Diego Tamayo, que reside en Cazalla; el cual dio francamente la licencia. El adorno del altar corre por cuenta de otro caballero, llamado D. Diego del Castillo. Para el día del Santo Padre estará compuesto el altar y le dedicará un sermón” D.ª María Gálvez, por testamento otorgado en 16 de Febrero ante Juan Rodríguez Castillo, fundó en su nombre y en el de su marido, ya difunto, una Memoria de una Misa diaria al estipendio de cuatro reales, que se diría en la Iglesia del Convento de San Francisco, dejando el capital necesario en censos.
(25) Archivo de Santa María núm. 231.

martes, 24 de marzo de 2009

Galería I: Peregrinos hacia Ella

Primeras imágenes de la Peregrinación de 2009, celebrada el pasado domingo 22 de marzo:
En primer lugar, Juan Tomás, el mejor peregrino y romero de todos cuantos fuimos al camino....

domingo, 22 de marzo de 2009

Expléndido día de convivencia

En la jornada del pasado domingo se celebró la anual Peregrinación al Santuario de Nuestra Patrona, un acto que sirvió para que de nuevo todos nuestros vecinos demostrasen que el amor por Nuestra Señora de Guaditoca mueve la fe de nuestro pueblo, que en masas se dispuso a peregrinar hacia el Santuario, a las 9 en punto de la mañana del domingo.

Llegados al Santuario se celebró la Santa Misa, presidida y predicada por nuestro párroco, que ensalzó la fe que mueve a nuestro pueblo a acudir ante las Plantas de Nuestra Patrona, y que anunció que en poco más de un mes de nuevo Nuestra Madre estará entre nosotros en nuestro pueblo.

Concluida la Santa Misa, nuestra Hermandad agasajó a los presentes con una exquisita paella, elaborada por hermanas de la Hermandad de manera artesanal y que sirvió como almuerzo a todos los asistentes. A las 4 de la tarde tuvo lugar la oración de despedida de Nuestra Madre. La próxima vez que se celebre un acto en su honor, serán los correspondientes a la Romería de Abril de 2009. Queda poco para la gloria....

viernes, 20 de marzo de 2009

PEREGRINACIÓN EXTRAORDINARIA AL SANTUARIO DE NUESTRA PATRONA

El próximo domingo se celebrará la anual peregrinación al Santuario de Nuestra Patrona, que organiza nuestra Real e Ilustre Hermandad.

Dará comienzo a partir de las 9 de la mañana, saliendo desde la Parroquia de Santa María de la Asunción. La llegada al Santuario está prevista para las 12.00 de la mañana, celebrándose la Eucaristía a las 12.30 horas.

Tras la misma tendrá lugar el almuerzo de Hermandad en los aledaños de la Ermita.

A las 16.30 horas tendrá lugar la despedida de Nuestra Patrona, con el canto de la Salve en el Santuario.

Esperamos la asistencia de todos nuestros Hermanos y Devotos.

lunes, 16 de marzo de 2009

CAPITULO III (1ª Parte)

Capítulo III

D. Pedro de Ortega Freire.- Obtiene licencia para usar de una puerta de comunicación entre su casa y la Iglesia de Guaditoca.- Concesión de un Jubileo por S.S. Alejandro VII.- Acuerdo de la Cofradía sobre el mismo.- Acuerda el Ayuntamiento en 1668 traer a la Villa la Santa Imagen.- Misión del P. Tirso González S.J.- Testamento de D. Pedro de Ortega.- Donación de don Francisco Maldonado.


Hijo de D. Alonso Carranco de Ortega y de D.ª Beatriz de la Rica fue D. Pedro de Ortega Freire. Nació en Guadalcanal y se bautizó en la Parroquia de Santa María el 29 de Septiembre de 1605 (16)
Fue inclinado en sus primeros años al estado sacerdotal y recibió la tonsura de manos de D. Diego de Pereda, Obispo Prior de S. Marcos de León, en las órdenes que celebró en la parroquia mayor de Guadalcanal, en 21 de Febrero de 1616, estando de Santa Visita en la Villa. (17) Su padre, por escritura otorgada ante Cristóbal de Cobos en 10 de Enero de 1625, fundó una capellanía, servidera en la citada Parroquia y les asignó por bienes una escritura de tributo de 15.000 maravedís de principal, que por deuda le tenía otorgada Pedro Martín Rasero y su mujer; otra escritura de tributo de 5.000 maravedís de principal otorgada por Alonso González Moreno y su mujer; una suerte de tierra en el sitio de los Berriales, de cuatro fanegas de sembradura, que lindaba con tierras de Diego Tamayo Pineda, y otra suerte de tierra al dicho sitio en linde con tierras de Pedro Ortega López, de diez y seis fanegas de sembradura: puso como de obligación del capellán decir o mandar celebrar las Misas que cupieran en las rentas al estipendio de cuatro reales; y nombró por primer Capellán a su hijo don Pedro de Ortega Freire “que quiere ser sacerdote y está ordenado de tonsura y con el fin de que le sirva de título para ordenarse de mayores”. Recibió D. Pedro colación de la Capellanía, previo el oportuno expediente, en 30 de Enero de 1625.(18)
Años después, en 1629, vemos a D. Pedro más inclinado a las armas que al estado eclesiástico; de los cual dio pruebas en la noche del Domingo de Trinidad de 1629; lo que le ocasionó un proceso en la Curia eclesiástica de Llerena, terminando las actuaciones con imposición de censuras y penas pecuniarias, alcanzando a D. Alonso participación en ellas y de las que uno y otro pidieron humildemente al Provisor de Llerena le fueran alzadas, a lo que inmediatamente accedió éste.
En el año 1659, lo encontramos desempeñando empleos de real servicio; mereciendo distinciones especiales de D. Juan de Austria, que le exceptuó de alojar tropas, dándole al mismo tiempo facultad para señalar itinerario a los ejércitos e imponiendo penas graves a las justicias que no le obedeciesen como a la misma persona de D. Juan. (19)
Casó en Sevilla en 1º de Agosto de 1631 con la virtuosa dama D.ª Tomasina Inarte Salazar Ponce de León, feligresa de la collación S. Marcos e hija de D. Pedro Inarte Salazar, natural de Sanlúcar de Barrameda, por lo que casa de los Ortegas de Guadalcanal poseyó en la Parroquia de aquella ciudad un patronato con capilla y suntuoso sepulcro; y siendo la dama de la casa esclarecida de Arcos, incorporaron los Ortegas a sus armas los blasones de aquella. Fue D. Pedro el primer alférez perpetuo de Guadalcanal con facultad de poner teniente, Alcalde por el Estado noble y familiar de Santo Oficio de la Ciudad de Llerena.
Remató algunos años las rentas de la fábrica de Santa María y debiendo a ésta 3.760 mrs, para asegurar su pago “obligó un oficio de Alférez mayor de dicha villa, -dice la escritura que otorgó en 30 de Mayo de 1654, con licencia del Provisor de Llerena- (20) que vale mil ducados de planta; y así mismo una heredad que tengo a el sitio de San Benito en que habrá veinte aranzadas de viña con su lagar y tinajas, que son treinta y dos de cien arrobas y otras diez más pequeñas y dos suertes de tierra que se alindan con un cercado; que todo hará en sembradura treinta fanegas de trigo, que vale más de ocho mil ducados y las casas de mi morada en esta villa; y si estas partidas no bastaran daré más a satisfacción de dicha Iglesia”.
Heredó D. Pedro de su padre la devoción a la Santísima Virgen de Guaditoca: en 1653 era Mayordomo de la Cofradía y arrendó en 23 de Noviembre a Juan López Gordón una casa que tenía la S. Virgen en la calle de la Fuente, por tiempo de tres años y en precio de seis ducados en cada uno. (21)
Obtuvo confirmación del privilegio, de que gozó su padre, de tener puerta de comunicación entre la casa que tenía inmediata al Santuario y éste, para mejor cuidar del culto de la Santísima Virgen, dirigiendo al Vicario general la siguiente petición: (22)
“D. Pedro de Ortega Freire, vecino de esta Villa de Guadalcanal, Alférez mayor y familiar del Santo Oficio de ella, hijo legítimo, único y heredero de D. Alonso Carranco de Ortega, vecino que fue de esta villa, como mejor haya lugar en derecho, digo que como consta del testamento y última voluntad, sobre cuya disposición murió el dicho mi padre, reedificó y labró a sus expensas, durante su vida, la ermita de Nuestra Señora de Guaditoca, término y jurisdicción de esta dicha villa a la entrada del Encinal de ella, en tierra propia del dicho mi padre, y accesoriamente una casa habitación, para que con la mucha devoción que el dicho mi padre tuvo y asistencia en dicho sitio, se perpetuase en sus herederos y sucesores la frecuencia y cuidado, reedificación y aseo de dicha Iglesia; y para con más comodidad poder cuidarlo dejó una puerta que de dicha casa haga tránsito a la capilla mayor de dicha Iglesia; y aunque en si fue lícito y debido por fundador y reedificador de obra tan heróica y santa, para que en tiempo alguno no se pueda escrupulizar, ni poner embarazo en el uso de dicha puerta, valiéndose de este medio para malquistar la devoción que mi casa ha tenido y tiene con aquella Santa Imagen – Pido y suplico a Vm., pues ha visitado dicha Iglesia y reconocido todo lo susodicho y consta por el testamento que presento solemnemente, mande librar su mandamiento, para que ninguna persona pueda poner estorbo ni embarazo, al uso de dicha puerta, y yo y mis sucesores podamos usar de ella para dicho efecto, pues respecto de estar en el campo, viene a ser de conveniencia para que la ermita esté con el aseo que en ello se requiere, que en ello requiere particular merced, pues es justicias que pido etc. = Don Pedro Ortega.”
Accedió a esta petición el Vicario general y dio el siguiente auto: “Vista esta petición y testamento que en ella se presenta, por su merced el señor licenciado D. Tirso Gutiérrez de Lorenzana, de la Orden de Santiago, Visitador y Vicario general de esta provincia de León, Sede vacante, su Sra. Ilma. dijo que por el presente daba y dio licencia al dicho Don Pedro de Ortega Freire, en la forma que pide, para que pueda usar y use de la dicha puerta en lo lícito, honesto y decente, sin que persona alguna en ninguna manera le pueda impedir el uso de dicha puerta, atento a que a su merced le consta los muchos gastos que el dicho D. Pedro Freire y sus pasados han tenido en la Iglesia de Nuestra Señora de Guaditoca, y en la devoción de las fiestas de dicha Imagen y se espera tendrán en adelante; y lo susodicho se le guarde al dicho D. Pedro Freire, en virtud de Santa obediencia y so pena de excomunión mayor latae sententiae y de diez mil mrs. de pena para la fábrica de dicha ermita; y así mandó y firmó en la villa de Guadalcanal, estando en visita general en veinte y un días del mes de Julio de mil y seiscientos y cincuenta y cinco años – T. Gutz. De Lorenz.ª Ante mi, yo Cortes Loçano.”
Alguna contradicción se hizo, a juzgar por lo anterior, a que D. Alonso y después su hijo, hiciesen uso de la puerta abierta en la capilla mayor del Santuario; no sabemos a quien atribuir la oposición; pero si consta, que a pesar del mandato del Visitador y Vicario general, no debió cesar porque tres años después, en 1658, encontramos nueva confirmación de la licencia concedida a D. Pedro, en el siguiente documento:
“Nos el Ldo. Don Juan Montero Villalobos de la orden de Santiago, Vicario general de la provincia de León por su Señoría el Señor Don Juan Montero Villalobos y Espinosa, Prior de ella y del real Convento de San Marcos de León, del Consejo de su Magestad etc. = Por cuanto Don Pedro de Ortega Freire, vecino y Alférez mayor de esta villa de Guadalcanal y familiar del Santo oficio de la Inquisición, se ha presentado ante nos la licencia del Señor Licenciado Don Tirso Gutiérrez de Lorenzana, Visitador y Vicario general que fue de esta provincia… y nos ha pedido refrendación y corroboración de la dicha licencia y que siendo necesario se la demos de nuevo por las causas que tiene presentadas en dicha su petición: la cual por nos vista y la dicha licencia, y constándonos ser cierta la relación de dicha su petición, por informes que habemos tenido y por vista de ojos en la visita que hicimos en la dicha ermita, habemos tenido por bien, atento a que es cosa justa lo que el dicho Don Pedro de Ortega Freire pide, de revalidar, como por la presente revalidamos y corroboramos la dicha licencia de dársela, y se la damos de nuevo, para que use de ella, según y como en la dicha licencia se contiene, y mandamos en virtud de excomunión mayor latae sententiae, que ninguna persona se lo impida embarace ni estorbe en manera alguna y so la dicha pena lo notifique a quien fuere necesario cualquiera notario o escribano. Dada en la villa de Guadalcanal, estando en visita en ella, en veinte y un días del mes de enero de mis seiscientos cincuenta y ocho años = El Licenciado Montero Villalobos.”
Un nuevo testimonio del amor de D. Pedro de Ortega al Santuario de Guaditoca ha llegado hasta nosotros, y es documento muy interesante; por él consta la concesión de un Jubileo a favor del Santuario; es un acta de la Cofradía que dice así: (23)
“Acuerdo = En la villa de Guadalcanal a trece días del mes de Marzo de mil seiscientos sesenta y tres años; los hermanos mayores y demás hermanos, de quien se hará mención, de la Cofradía de Nuestra Señora de Guaditoca, sita en la ermita del término de esta Villa, al sitio de la Vega del Encinal, juntos en su cabildo como lo tienen de costumbre, en particular los siguientes: Ldo. Cristóbal Yanes Marín Blanco, Presbítero, Comisario del Santo Oficio y Don Cristóbal Carranco de la Pava, Rejidor perpétuo de esta Villa, hermanos mayores; Don Diego de Castilla Gavilanes, el Dr. Juan Caballero Carranco, Presbítero, Alonso García Carranco de la Pava, Presbítero, Francisco Rodríguez Montero, Presbítero, Diego Rodríguez Hidalgo, Presbítero, Diego Muñoz de la Sancha, Cristóbal Cabezas, Licenciado Gonzalo de la Fuente, Presbítero, Cristóbal Muñoz Salvador, Pedro de la Parra, Alonso González Zancada, Cristóbal González Zancada, Don Álvaro de Castilla, Don Juan de Ortega Suárez, Diego de Cote, el mayor, Diego de Cote, el menor, Gerónimo Quintero de Gálvez, Presbítero, Don Juan de Fuentes y Castilla, Don Diego de Fuentes López, Presbítero, don Diego de Morales y otros hermanos, dijeron que por cuanto Don Pedro de Ortega Freire, Alférez mayor de esta Villa, familiar del Santo Oficio y Mayordomo y administrador que de presente es de dicha ermita y Cofradía, por su devoción y en continuación de la que Don Alonso Carranco de Ortega y Doña Beatriz de la Rica, difuntos, sus padres, tuvieron a la imagen de Nuestra Señora de Guaditoca, labrando a su costa la Iglesia en que de presente está, ha impetrado de nuestro Santísimo Padre Alejandro séptimo, que de presente rige la Iglesia, un jubileo de indulgencias, para que gozen de ellas para siempre jamas los hermanos y hermanas que son y adelante fueren de dicha Cofradía; y porque su Santidad, en sus letras Apostólicas señala para ganar dicho jubileo el día en que se celebra fiesta a Nuestra Señora de Guaditoca, que es desde las segunda vísperas del primero día de Pascua de Pentecostés hasta el segundo día puesto el sol; y concede que dichos Cofrades señalen otros cuatro días festivos en que se ganan dichas indulgencias, siendo primero aprobados por el ordinario = En Conformidad del tenor de dichas letras apostólicas, los dichos hermanos por si y en nombre de los demas, considerando las conveniencias y oportunidades de los tiempos, para que puedan asistir y visitar dicha ermita y ganar dicho jubileo, señalaron el tercero días de Pascua de Resurrección, el día de la Natividad de Nuestra Señora, el día de su Limpia Concepción y el tercer día de Pascua de Navidad, que son los cuatro que Su Santidad concede a dichos hermanos señalen para ganar dicho Jubileo, sin el de la festividad. Y así lo señalan para dicho efecto, por esta vez para siempre jamás: y piden y suplican a su merced el Señor Provisor de esta Provincia de León, como Juez ordinario en ella, apruebe y haya por señalados los dichos cuatro días, interponiendo en ello su autoridad y judicial decreto, y mande su publiquen dichas indulgencias en la forma que dispone el Señor Comisario de Cruzada, así en esta Villa de Guadalcanal, como en las de Valverde, Ahillones y Berlanga, adonde asimismo asisten muchos hermanos y hermanas de dicha Cofradía, y en las partes y lugares que convenga, para mayor honra y gloria de Dios nuestro Señor y provecho de las Ánimas, y aumento de la devoción a su Santísima Madre, con la invocación de Nuestra Señora de Guaditoca, a quien tiene esta Villa y las demás circunvecinas por Patrona y amparo de sus necesidades y a sí lo acordaron y firmaron los que supieron, ante mi el presente notario = Ldo. Cristóbal Yanes Marín y Blanco – Cristóbal Carranco de la Pava – D. Diego de Castilla Gavilanes – Alonso García Carranco de la Pava – D. Diego de Ortega Morales – Don Aln.º de Castilla – Diego López Alvarado – Juan Janes de Gálvez – Francisco Montero – Cristóbal Cabeza – Doctor Caballero – Diego de Cote – El Ldo. Diego de Fuentes – Don Pedro de Ortega Freire = Ante mil, el Ldo. Cristóbal de Lobos, Not.º”
Podemos formar juicio por lo anterior del esplendor del culto, que se daba en el Santuario de Ntra. Sra. de Guaditoca y de lo extendido de su devoción; lo cual aparecerá aun más al por menor en las siguientes páginas.

lunes, 9 de marzo de 2009

PEREGRINACION EXTRAORDINARIA 2009

Como se anunciara en esta web, el próximo domingo 22 de marzo tendrá lugar la anual peregrinación extraordinaria que nuestra Hermandad organiza al Santuario de Nuestra Señora de Guaditoca, Patrona de Guadalcanal.

Ofrecemos detalladamente el programa de la misma:

- Salida de la Parroquia de Santa María de la Asunción a las 9 de la mañana.
- Santa Misa (que coincidirá con la mensual de Marzo) a las 12.30 en el Santuario.
- Almuerzo de Hermandad en los aledaños del Santuario a partir de las 14.00 horas.
- Canto de la Salve y despedida a las 16.00 horas.

La Junta de Gobierno invita a todos los hermanos y devotos a que asistan a los actos que se celebrarán en la Peregrinación de 2009 en torno a Nuestra Patrona.