viernes, 29 de octubre de 2010

Santa Misa en el Santuario

Como cada último domingo de mes mientras que Nuestra Señora de Guaditoca, Patrona de Guadalcanal, permanece en su Santuario, el próximo domingo 31 de Octubre de 2010 a las 12.30 horas se celebrará Santa Misa en el Santuario de Nuestra Señora de Guaditoca. La misma estará oficiada por el Rvdo. Sr. Don Juan Carlos de la Rosa Egea, Pbro. Párroco de Santa María de la Asunción de Guadalcanal, y estará acompañada por los cantos del Coro Romero "Nuestra Señora de Guaditoca".

Esperamos la asistencia de todos los fieles a esta cita con Nuestra Patrona.

lunes, 25 de octubre de 2010

CABILDO GENERAL ORDINARIO

La Junta de Gobierno de la Real e Ilustre Hermandad de Nuestra Señora de Guaditoca, Patrona de Guadalcanal, convoca a todos sus hermanos y hermanas a Cabildo General Ordinario.

La asamblea se celebrará el próximo sábado 30 de Octubre de 2010 a las 20.30 horas en segunda convocatoria, en el salón de actos de la Biblioteca Pública de Guadalcanal.

El orden del día será el siguiente:

1.- Lectura, y aprobación si procede, del acta del Cabildo General Ordinario anterior.
2.- Lectura, y aprobación si procede, del Estado de Cuentas del ejercicio 2010.
3.- Ruegos y preguntas.

Seguidamente, y siguiendo lo marcado en nuestras Sagradas Reglas, esta Hermandad celebrará Cabildo General de Convocatoria de Elecciones, en el que se informará a todos los hermanos y hermanas de los plazos y procedimientos para la elección de la nueva Junta de Gobierno de la Hermandad.

Informamos a todos los hermanos de la obligatoriedad de asistencia a esta asamblea.

viernes, 22 de octubre de 2010

CAPÍTULO XII (2ª Parte)

"...Continúa vigente en la actualidad este acuerdo con las modificaciones que la realidad ha impuesto. La feria, después de muchas vicisitudes a fines del siglo XIX, ha sido trasladada definitivamente a los días que preceden a la Natividad de la Santísima Virgen, y se celebra a la salida del pueblo en sitio de inmejorables condiciones como es el Coso, al que rodean terrenos de abundante alimentación para el ganado y con abrevaderos construidos a este fin, aprovechando el rico caudal de aguas que hay en aquel lugar. Por esto se lleva en procesión el último día de feria a la Santísima Virgen al real.

Se trae a la Señora con el ceremonial aquí convenido el último Sábado de Abril para celebrar el mes siguiente de las flores en su obsequio, y no se lleva al Santuario hasta fines de Septiembre; porque la novena se hace después de la feria y la función en el tercer Domingo del mismo mes. Se ha suprimido la salve diaria y la Hermandad costea salve solemne los sábados. La asistencia del Ayuntamiento está regulada por un acuerdo de 1863. (78)
La determinación de trasladar la feria a Guadalcanal, fue protestada por la Patrona-Administradora del Santuario doña María Teresa Tena, quien llegó a poner pleito al Ayuntamiento para conseguir la revocación del acuerdo.
Acudió doña María al Consejo y la carta que alcanzó no dio satisfactorio resultado, creciéndose el Ayuntamiento con la confirmación de su acuerdo por parte de la Real Audiencia de Cáceres; lo que motivó el recurso en forma que presentó la Administradora en 16 de Abril de 1794 para obtener la revocación del acuerdo municipal. Del largo pedimento (79), que presentó el procurador al Consejo, y que por su mucha extensión no podemos publicar, tomaremos lo más interesante. Dice que “meditando el Ayuntamiento de Guadalcanal, que sus pretextos y artificios para impedir el debido cumplimiento de el Real Título despachado a mi parte en 24 de Marzo, serían como lo fueron desatendidos en el Consejo, se propuso el incivil de acudir, según parece, a la Real Audiencia de Cáceres de donde obtuvo permiso para trasladar a la Villa de Guadalcanal no sólo la feria y festividad de la pascua, sino la santa Imagen de la Virgen, y a la sombra de este estudiado asilo, aunque mi parte requirió con la sobrecarta del Consejo de diez y nueve de Mayo, en 28 del mismo a el Corregidor, se presentaron ocupaciones en el Ayuntamiento, dirigidas a que se celebrase, como se celebró la feria en el pueblo, nombrando la Villa un Mayordomo que recaudase las limosnas, sin providenciar entonces, ni después, ni hacer hasta ahora a las muchas reclamaciones que en repetidos escritos hizo mi parte; siendo por lo mismo de temer que en la próxima pascua de Pentecostés se quiera ejecutar lo que en el año pasado de 92 se ejecutó. Los daños y perjuicios que se han causado de la traslación de la feria y de la santa Imagen a el pueblo, han sido muy graves; porque contiguo a la Ermita hay no sólo portales y edificios, construidos para el alojamiento de las tiendas, sino casas para hospedarse las Cofradías de las Villas de Ahillones, Valverde y Berlanga, que de muy antiguo concurren a solemnizar aquella festividad y todo queda inútil, gravando a los mercaderes y compradores, con el diferente gastos excesivo que hecho en la Villa, de el que harían en aquel despoblado, habiendo sido un retrahente que ha disminuido muy considerablemente las limosnas, no alcanzando las que se sacaron para gastos de cera, procesiones y demás de la festividad; cuya resta tuvo que suplir el caudal de la santa Imagen, cuando celebrándose en el Santuario sobraban para el reparo de edificios y portales.” Sigue exponiendo los perjuicios causados a ella y su hijo como administradores y sucesores en el patronato y pide que las cosas vuelvan al estado que tenían. El fiscal en auto de 14 de Mayo, mandó informara la Villa, y como ésta no diera informes, a instancias de doña María Teresa se pidieron de nuevo en 6 de Mayo y recibidos se dieron los autos al fiscal, quien teniendo en cuenta que “la traslación de la Imagen de Guaditoca y de la feria se han verificado, la primera con autoridad del ordinario eclesiástico y la segunda por decreto del Tribunal de la Audiencia de Cáceres; y no reconociéndose en el título de Administrador, cláusula ni prerrogativa que haga formar concepto de que dicha feria deba subsistir y celebrarse en el despoblado donde antes se tenía le parece puede desestimarse la solicitud de doña María Teresa Tena; y si ésta se encuentra agraviada en cuanto a las limosnas y su administración acuda ante el Vicario de Guadalcanal.


El 13 de Agosto 1794, dio sentencia el Consejo conformándose con el fiscal.
Pronto se tocaron las consecuencias en orden a las Cofradías.
En 1794, la Cofradía de Valverde celebró como de costumbre Cabildo de cuentas y elecciones en 29 de Junio y al hacerse la elección de cargos el Alcalde de la Villa suspendió la elección. Medió el Párroco buscando la concordia y al mes siguiente se reunió nuevamente la Cofradía y lo acordado se consignó en el siguiente acta. (80)
“En la Villa de Valverde a veinte y un días del mes de Julio año de mil setecientos noventa y cuatro, los señores D. Alonso García de Ortega, cura de la parroquial Iglesia de ella, y Pedro García Ortega, alcalde ordinario y de primer voto de esta dicha Villa, habiendo visto el anterior nombramiento (81) verbalmente prohibió su ejecución su merced dicho señor Alcalde, sobre que formó autos; y para contener su seguimiento medió su merced el Sr. Cura para que se suspendieran, con tal que dicho anterior nombramiento sea en sí nulo y de ningún efecto: y desde luego acuerdan sus mercedes se suspenda el nombrar Mayordomo y Cofrades hasta que se decida el litis que tiene pendiente la Patrona de la Ermita de Nuestra Señora de Guaditoca con el caballero Corregidor de Guadalcanal; y si lo ganase la patrona y volviese a hacerse las funciones en la Ermita, como antes, se vuelvan a nombrar Mayordomos y Cofrades; pero si ganase el pleito el Corregidor y quedase la función en la Villa de Guadalcanal, se acudirá al Juez eclesiástico ordinario a proponerle y pedir en que inviertan los bienes y censos de esta Cofradía (82) aplicándolos a otra pobre de esta parroquial, o lo que estime conveniente: y a que así se cumplirá lo firman sus mercedes para aliviar disturbios e inconvenientes, de que yo el Notario y Escribano doy fe = D. Alonso García Ortega – Pedro García Ortega – Ante mí, Manuel Gallardo de la Vera.”


Continuaba el litigio en el siguiente año sobre el traslado de la feria, y la Cofradía de Valverde hubo de tomar los acuerdos pertinentes a la situación en que se encontraba, después de lo ocurrido en el año anterior; de ello da noticias el acta siguiente:
“En la Villa de Valverde a veinte y nueve días del mes de Junio, año de mil setecientos noventa y cinco; los señores D. Alonso García Ortega, cura de la parroquial Iglesia, y Cofrades de la Cofradía de nuestra Señora de Guaditoca, y su merced el señor Alonso Gómez Puebla, Alcalde ordinario y de primer voto de esta dicha Villa, estando juntos hicieron comparecer este libro y visto el acuerdo anterior, y que el litis de la Patrona subsiste sin haberse decidido, y que no ha llegado la santa Visita para que por el Señor Juez eclesiástico se determine lo que se deba hacer en el asunto a que se llega, que siempre han entregado y se ha traído a esta Villa el Niños Jesús, llamado Bellotero, y se le hace su función el Domingo de la Santísima Trinidad, todos los años de inmemorial tiempo, cuyo privilegio no se debe permitir se pierda, y en lo que se han invertido e invierten las rentas de esta Cofradía; habiéndolas costeado Alonso Buiza se le reciba y de la cuenta del percibo de las rentas y gastos de la función del Niño y se nombre y administrador y mayordomo que cobre dichas rentas y celebre la función del Niño Bellotero, llevando cuenta para darla en fin de año, que cumplirá otro tal día, y para que se le reciba y asistan la función con las insignias, se nombrarán un Alcalde y cuatro Regidores por Cofrades, sin que sea visto ir contra el dicho anterior acuerdo, en cuanto a las funciones que anteriormente se hacían, hasta que vuelva a hacerse la feria y función en la Ermita. Y habiendo comparecido dicho Alonso Buiza, dio y se le recibió la cuenta de su cargo y data… Inmediatamente sus mercedes procedieron a nombrar Mayordomo y Cofrades y de un acuerdo con su merced el Sr. Alcalde lo hacen los sujetos siguientes: para Alcalde el dicho Alonso Buiza; para Regidores; Juan Dorado, menor, Juan Sánchez Calvo, Gonzalo Espino Dorado y José Limones: para Administrador o Mayordomo a Alonso Gómez Puebla, menor, por haberlo pedido, y ofrecido de limosna el gasto de cera.”


En 25 de Noviembre del mismo año estaba el Visitador en Valverde; pero no podemos saber que providencias tomara en el asunto, pues falta la hoja en el libro y no queda al final de la anterior más que esta palabras “Guaditoca: Visita general de 1795.- En la Villa de Valverde a ocho de Noviembre de mil” sin embargo por la cuenta del siguiente año podemos conjeturar lo que se resolviera en la Santa Visita, pues la Hermandad de Valverde, que hasta este año se titulaba “Cofradía de Nuestra Señora de Guaditoca”, desde esta fecha, 29 de Mayo de 1796, se llama “Cofradía de Nuestra Señora y Niño Bellotero.” De resultas, por tanto, de la traslación de la feria, la Cofradía de Valverde dedicóse principalmente al culto del Niño Jesús.
Las Cofradías de Berlanga y Ahillones, aún daban señal de vida en este tiempo; pero la traslación de la feria fue causa de que se extinguieran. Tan perjudicial fue trasladarla a Guadalcanal."

domingo, 17 de octubre de 2010

Capítulo XII (1ª parte)

Acuerda el Ayuntamiento en 1792, trasladar la feria a la Villa.- Concordia entre el Clero y el Ayuntamiento sobre el culto a la S. Virgen.- Doña M.ª Teresa de Tena apela en contra del acuerdo de trasladar la feria al Real Consejo de Órdenes.- La Cofradía de Valverde.

Los sucesos narrados en los capítulos anteriores tal vez tengan su explicación en lo dispuesto por la Villa en 1792, acuerdo de mucha trascendencia y muy perjudicial para la vida del Santuario: nos referimos a las traslación de la feria al pueblo; siendo su consecuencia inmediata la traída de la Virgen a la Villa y la celebración en la parroquia mayor de la fiesta principal el segundo día de pascua del Espíritu Santo. Aquí comienza el periodo de decadencia en la Historia del Santuario; y en pocos años veremos desaparecer lo que reunión la piedad en siglos.
Muy provechoso sería lo acordado para los intereses materiales de la población; utilísimo, tal vez, para comerciantes y tratantes el realizar sus negocios, con mayores probabilidades de rendimiento y utilidad; pero perjuicio muy grave se causó al Santuario y al caudal de la Virgen, quedando sin aplicación, ni uso inmediato las calles de portales labrados con gran costo, y con el fin de dar alguna comodidad a los que acudían a la sombra de la Ermita para realizar sus ventas. El mejor de los móviles y la más recta de las intenciones causó daños irreparables.
Ya no volvería a reunirse en el llano de Guaditoca aquella multitud que por espacio de tres días formaba una población llena de vida y en plena algazara; ya decaería y se extinguiría la vida de las Hermandades de los pueblos inmediatos, reducidas a concurrir sólo el día en que se traía a la Villa, o se devolvía al Santuario la santa Imagen, con las contingencias propias que esto en sí lleva de suspenderse a veces por legítimas causas la romería momentos antes de emprender el camino; en una palabra, ya no sería necesario, como hasta aquí lo fue, celebrar, al menos alguna Misa, en la tribuna alta exterior de la Iglesia para que aquel pueblo creyente cumpliera sus deberes religiosos en días de precepto o de devoción.
En sesión celebrada por el Ayuntamiento en 5 de Marzo de 1792, dijeron los capitulares: “Que en la feria de la Imagen de María Santísima de Guaditoca, que se celebra en la pascua del Espíritu Santo, junto a su Ermita, distante dos leguas de este pueblo, aunque dentro de la jurisdicción, se siguen los inconvenientes de no haber comodidad para los que van a ella, pues solamente se encuentran unos portales para los feriantes y una casilla para el Sr. Corregidor y su Audiencia, en donde apenas cabe ésta; que con este motivo hacen todos los concurrentes un abuso nada tolerable de la Ermita, pues en ella comen y cenan, y aun los clérigos que van a la procesión habitan en aquel día en el camarín de Nuestra Señora; y aun por no haber límites ni cerca para las caballerías que van de venta, se extienden por el campo en perjuicio de los sembrados, sin poderlo remediar sus dueños, expuestos no tan solamente estos sino los que han de llevar para montar, a que se los hurten; celebrándose muchas ventas subrecticiamente sin pagar derechos reales. Que como en esta Villa se ha puesto de orden de Su Magestad Corregidor, o tiene que faltar en ella, o en la feria, y en cualquiera de las dos partes es necesaria su presencia, y aun más en ella que la ocasión de ser un campo desierto e inmediato a otras jurisdicciones, facilita muchas quimeras y cuestiones imposibles de remediarse aun estando presente el Sr. Juez, por cuya razón las remediará menos el comisionado que envíe: en esta virtud y por precaverlos, teniendo presente que en otros lugares inmediatos como son Mérida, Campanario y Mairena, que las ferias que hacía fuera de ellos, se han traído al pueblo, con que además de evitar los perjuicios que pudieran seguirse, se utilizan los vecinos de la venta de sus géneros. Acordó el Ayuntamiento que los señores Síndicos representen a S.M. (q.D.g.) para que se digne conceder licencia a fin de que la citada feria se pase a esta Villa en donde trayendo a la Sta. Imagen de María Santísima no se pierda la limosna que le contribuyen los feriantes”.
El paso estaba dado, y el golpe a las fiestas de Guaditoca era certero; en lugar de corregir abusos, lo que siempre causa molestias y disgustos graves, se acudió a expediente más fácil de tramitar y se dispuso la traslación de la feria a Guadalcanal. Así el Corregidor podía verlo todo y no partir su persona, pudiendo vivir en suntuosa morada en los días de feria, y no en la modesta habitación que ocuparon, durante siglos la Justicia y Regimiento de la Villa; los portales se calificaron de modestos, en lugar de pensarse en ampliarlos, si así convenía, y para nada se tuvo en cuenta, que los pueblos de la comarca se enfriarían en su fervor, al no celebrarse en el Santuario la fiesta principal de la Virgen de Guaditoca. Estábamos ya en los preludios del siglo XIX y se comenzaba la obra, que años después tendría completo desarrollo acabando, si hubiera sido posible, con todo el pasado tradicional.
Al acercarse la fecha de la feria fue menester disponer lo conveniente al culto que se daría a la Santísima Virgen en los días que permaneciese en el pueblo.
A este fin se celebró una junta a la que concurrió el Ayuntamiento con el Vicario de la Villa y se tomaron las disposiciones convenientes, como especifica el siguiente acuerdo: (77)
En Cabildo de 24 de Mayo de 1792, se acordó por los señores Justicia y Regimiento de esta Villa de Guadalcanal, con asistencia del señor Vicario, Juez eclesiástico de ella, lo siguiente:
En este Cabildo entró el Sr. D. Paulino Rafael Caro Guerrero, del orden de Santiago, Vicario Juez eclesiástico ordinario de esta Villa y cura propio de la Parroquial mayor de ella e hizo presente: A consecuencia de anterior acuerdo de este Ayuntamiento sobre traslación de la Soberana Imagen de Nuestra Señora de Guaditoca a esta Villa desde su santa Ermita a la dicha Parroquial Iglesia de Señora Santa María, los fundamentos que tuvo por conveniente para que la santa Imagen se colocase y condujese con el debido culto, teniendo presente que anualmente en los sucesivo, supuesta la traslación de la feria a esta Villa, se ha de practicar igual diligencia: se acordó por este Ayuntamiento y dicho Sr. Vicario, en quien concurren las cualidades de Juez eclesiástico ordinario de ella y cura de dicha Parroquial Iglesia, con acuerdo de su Comunidad de capellanes y del cura de la otra de Señora Santa Ana, en los particulares que privativamente le son respectivos, por hacer tránsito la Santa Imagen en el Convento de Religiosas del Espíritu Santo, que está comprendido en la demarcación de dicha Parroquial de Santa Ana, lo siguiente:
Que para conducir a Nuestra Señora de Guaditoca en su venida desde el Puerto hasta dentro de la Iglesia del citado convento del Espíritu Santo, ha de venir con cruz alta y capa pluvial y procesionalmente, concurriendo dicho Sr. Párroco de la Parroquial de Santa María y su Comunidad de capellanes, y en la misma conformidad se ha de practicar el regreso de dicha soberana Imagen desde la Iglesia de dicho convento hasta el dicho Puerto.
Que para trasladar a Nuestra Señora desde el mencionado convento a dicha Parroquia mayor, y desde ésta a aquel en la ocasión de regreso, ha de ser formándose un Rosario general con concurrencia de ambos estados.
Que establecida dicha soberana Imagen en dicha Parroquial por los tres días de pascua de Pentecostés, se ha de celebrar en cada uno de ellos Misa cantada y Salve por la tarde, como también las dos tardes del Rosario que se hace a la venida y regreso, y en la tarde del tercero día de pascua, se ha de hacer procesión con la Señora por la circunferencia de la plaza, por cuyas funciones se regulan los emolumentos siguientes: por cada salve diez reales; por la procesión del tercer día, quince reales a cada eclesiástico que asista, y treinta al Párroco: en estos van incluidos los derechos de las otras dos procesiones. A cada uno de los dos sacristanes, treinta reales, y a cada monacillo diez reales: previniéndose que se ha de principiar a tocar a la procesión del tercer día a las cinco de la tarde”.

lunes, 11 de octubre de 2010

Convivencia de la Hermandad de las Tres Horas

El próximo sábado 16 de Octubre de 2010 la Hermandad de las Tres Horas realizará su anual Convivencia de Hermanos en el Santuario de Nuestra Señora de Guaditoca, Patrona de Guadalcanal.

Es para nuestra Hermandad un honor que las Hermandades Locales y diferentes asociaciones de nuestro pueblo compartan con Nuestra Patrona algunos de sus actos anuales. Concretamente, la Hermandad de las Tres Horas lleva ya seis años compartiendo con nosotros esta convivencia de hermanos en nuestro Santuario.

A buen seguro que compartiremos un día fabuloso con los hermanos de las Tres Horas como viene siendo habitual los últimos años.

martes, 5 de octubre de 2010

Primer aniversario de Don Juan Carlos de la Rosa como Párroco de Guadalcanal

En la tarde-noche del lunes 4 de Octubre de 2010 se celebró en la Parroquia de Santa María de la Asunción una Eucaristía de Acción de Gracias por el primer aniversario de Don Juan Carlos de la Rosa Egea como Párroco de Guadalcanal.

Desde nuestra Hermandad trasladamos a Don Juan Carlos las felicitaciones de todos nuestros hermanos y hermanas por tan feliz aniversario. Que la Santísima Virgen de Guaditoca le proteja y ayude para que sean muchos años más entre nosotros.

¡¡FELICIDADES!!

lunes, 4 de octubre de 2010

Galería "Con Ella hasta la Ermita"

Ofrecemos sendas imágenes de la Romería de Septiembre de 2010, concretamente, del Camino de Nuestra Señora de Guaditoca desde Guadalcanal hasta su Santuario, llevada a hombros por todos sus romeros y romeras:



FOTOGRAFÍAS: Alberto Lázaro Romero