martes, 23 de marzo de 2010

III Peregrinación Extraordinaria al Santuario de Nuestra Patrona


Anunciamos a todos nuestros Hermanos y devotos de Nuestra Señora de Guaditoca, Patrona de Guadalcanal, que la tercera Peregrinación Extraordinaria al Santuario de Nuestra Señora tendrá lugar el próximo sábado, 10 de Abril de 2010, tras acordarlo así nuestra Junta de Gobierno con el Párroco de Guadalcanal, Don Juan Carlos de la Rosa Egea.


El programa completo de la Peregrinación se hará público en los próximos días.



viernes, 19 de marzo de 2010

Pregón de la Semana Santa de Guadalcanal 2010

El próximo domingo, 21 de Marzo, a las 13.00 horas en el Cine-Teatro de Guadalcanal tendrá lugar el Pregón de la Semana Santa de nuestro pueblo, que en esta edición de 2010 pronunciará Don Francisco Fernández Morente.

El acto contará, como es tradición, con la intervención de las dos bandas de nuestro pueblo, la de Cornetas y Tambores "Santísimo Cristo del Amor" y la Banda de Música "Nuestra Señora de Guaditoca".

Como novedad, cabe destacar que los Hermanos Mayores y Autoridades Locales presidirán el acto sentados en el escenario junto al pregonero, a petición del mismo.

Don Francisco Fernández Morente

Francisco Fernández es un cofrade que, desde muy pequeño, ha estado vinculado a la Semana Santa en un barrio tan cofradiero como Triana, donde nació. Ha estado vinculado a la Hermandad de "La Estrella", ejemplo en Sevilla de Corporación nazarena dedicada a practicar la caridad entre la gente necesitada. Nació como cofrade en esa Cofradía en la que ocupó el cargo de secretario, mayordomo y consiliario.

La vinculación de Francisco Fernández a la Semana Santa de Guadalcanal viene de la mano de su esposa, Loli Amigo, que le introduce en la Semana Santa de nuestro pueblo por la Hermandad de las Tres Horas, de la que ocupó el cargo de Hermano Mayor.

Define su pregón como evangelizador en una primera parte y como lírico e intimista en una segunda parte.

domingo, 14 de marzo de 2010

CAPÍTULO IX (2ª Parte)

“M.P.S.- Francisco Antonio Miñón, en nombre de D. Antonio Castilla, Mayordomo del Concejo y que hace oficio de Síndico Procurador del común de la Villa de Guadalcanal y en virtud de su poder, que presento; ante V.A., como más haya lugar, parezco y digo: Que por los establecimientos de la orden de Santiago, en cuyo territorio es comprendida dicha Villa, toca y pertenece a su Ayuntamiento el Patronato de Iglesias y Ermitas que se colocan en la extensión de su término; y de consiguiente e nombramiento de sus Mayordomos, en cuya posesión ha estado, y está. La citada Villa en cuanto a dicho derecho del Patronato, nombrando y confirmando los nombramientos de Mayordomos de fábrica y Ermitas, en uno de los días de la Pascua de Navidad de cada un año, habiendo sucedido lo mismo en cuanto a la Ermita de Nuestra Señora de Guaditoca, que se venera en una de su término, hasta que el año pasado de 722 por D. Alonso de Ortega y Toledo, vecino que fue de dicha Villa, se obtuvo real título de Administrador de dicha Ermita por los días de su vida, con el supuesto motivo y pretexto de que D. Alonso Carranco de Ortega, su segundo abuelo, la había reedificado a sus expensas y en sus propias tierras; y en su virtud, por su fallecimiento, sin embargo de no haber dejado legítimos sucesores, a solicitud de D. Nicolás de Ortega y Toledo, su hermano y en el año de 750 se le despachó igual real título, y es así con el motivo de haber este fallecido sin dejar legítima sucesión parece que D. Pedro Ortega y Arjona, sobrino de los susodichos, intentando hacer dicha administración, juro de heredad, solicita obtener nuevo real título en grave daño y perjuicio del derecho y regalía del Ayuntamiento de dicha Villa y su común; pues, aunque el Patronato subsiste, se le priva de la acción que antes tenía y tiene en dicha Ermita y en las demás de dicha Villa y su término de nombrar en el referido día su Mayordomo, y más cuando no obtiene bienes, rentas ni ganados que administrar, por mantenerse su culto con la limosna de sus devotos se percibe: y no siendo justo que la Villa y común permanezca despojada de dicha regalía, y tener sobre ello que exponer, decir y justificar, hago formal contradicción a la expedición del título de administrador, u otra cualquier pretensión, que sobre este asunto se haya introducido, o se intente, por parte de D. Pedro de Ortega y Arjona u otra cualquier persona. = En cuya atención = A.V.A. Suplico que, habiendo por hecha dicha contradicción se sirva que de lo pedido y que se pidiese por parte del citado D. Pedro de Ortega y Arjona, u otra cualquier persona, en punto a la citada administración, se dé traslado a mi parte... Francisco Antonio Miñón.”

Pasó esta solicitud a informe de la Orden y el Prior es de parecer que debe administrar el sucesor de D. Nicolás, último poseedor, y de ningún modo el Ayuntamiento; el fiscal, a quien se oyó, dio su dictamen de acuerdo con el Prior y en Consejo mandó expedir la Real Cédula, nombrando administrador perpetuo del Santuario de Guaditoca a D. Pedro de Ortega y Arjona, la cual tiene su data en Villaviciosa a dos de Julio de 1759.

Mientras tanto en la Villa seguía D. Agustín J. de Morales instando para la defensa de los derechos, que creía tener el ayuntamiento, y en sesión de 21 de Junio presentó el siguiente pedimento:
“D. Agustín Javier de Morales, vecino y regidor perpetuo de esta Villa y Mayordomo interino del Santuario y Ermita de Nuestra Señora de Guaditoca, nuestra principalísima Patrona, dice que por parte del síndico procurador Don Antonio de Castilla, que lo fue en el año próximo pasado, y en fuerza del acuerdo de su ayuntamiento, se echó recurso al Real Consejo de la Órdenes pretendiendo no se despache nueva gracia de Administrador perpetuo de la referida Ermita a favor de D. Pedro de Ortega y Arjona, vecino también de esta Villa, que lo solicita como lo tuvieron sus dos tíos carnales Marqués de San Antonio y Nicolás de Ortega y Toledo, ambos en nombre de la Orden de Santiago, fundándose la Villa en que por establecimiento pertenece el nombramiento de Mayordomos de las fábricas y de todas las Ermitas y Hospitales que se hallan en su término”; y pide que el ayuntamiento haga información sobre su derecho.
El 17 de Julio de 1759 se presentó la Real Cédula nombrando a D. Pedro de Ortega Patrono de Guaditoca y fue aceptada por la Villa, que mandó insertarla a continuación del Auto.
Hemos leído muchas actas capitulares relativas a elecciones de Mayordomos de las Iglesias anteriores al nombramiento de Patrono del Marqués de San Antonio, y la lectura de ellas arroja las siguientes conclusiones: que la de los de las Parroquias perteneció siempre al Ayuntamiento, per eligiendo de entre los dos que presentaba el respectivo Párroco; que más tarde se extendió tal facultad a los Hospitales de los Milagros y de la Caridad; pero nunca nombró la Villa Mayordomo del Santuario de Guaditoca. (68)
Largo pleito hubo de sostener D. Pedro de Ortega, para reivindicar los bienes del patronato laical que fundó D. Alonso Carranco y fueron señalados por su hijo D. Pedro de Ortega y Freire (69); recayó sentencia a favor de D. Pedro Ortega y Arjona, la cual dio el Alcalde de Guadalcanal, y dice así: “En el pleito que es entre partes de la una como actor demandante D. Pedro de Toledo y Arjona, vecino y Alférez mayor de esta Villa, y de la otra como reos demandados D. Diego de Castilla Velarde y Cervantes, regidor perpétuo de ella, y D. Diego de Morales y Toledo, familiar del Santo oficio, como marido y conjunta persona de D.ª María de Arjona y Boza vecinos de ella y sus procuradores en sus nombres: sobre pretender el dicho D. Pedro de Toledo y Arjona se declare tocar y pertenecer a el Patronato que fundó D. Alonso Carranco en la Iglesia de Nuestra Señora de Guaditoca, sita en su término, la casa inmediata con su huerta y tierras en los Barriales y demás bienes en el demandados en fuerza de la disposición que en su testamento hizo D. Pedro de Ortega Freire, Alférez mayor que fue de esta dicha Villa en primero de Agosto del año pasado de mil seiscientos setenta y uno, y lo demás en autos contenido = Vistos; Fallo: atento los autos y sus méritos a lo que en caso necesario me refiero, que la parte de dicho D. Pedro de Toledo y Arjona probó bien, y como probar le convino, su acción y demanda; declárolo así: Y que no lo han ejecutado así en sus respectivas excepciones y defensas los referidos D. Diego de Castilla y D. Diego Morales; en cuya consecuencia declaro tocar y pertenecer a el citado patronato y al el dicho don Pedro de Toledo en su nombre la citada casa, huerta y demás tierras demandadas. Y les condeno a la restitución de ellas, luego que esta mi sentencia se declare por pasada en autoridad de cosa juzgada, con la de los frutos y rentas que han producido desde la contestación de la demanda, reservando como reservo, su derecho a la parte de D. Diego de Castilla para que sobre las mejoras y aumentos, que dice ha hecho, use de el en el modo y forma que le convenga. Y por esta mi sentencia definitivamente juzgado así lo pronunció y mandó sin costas con parecer del infrascripto asesor nombrado por el Ilmo. Sr. Presidente de la Real Chancillería de la Ciudad de Granada – Juan José Caballero – Licenciado Antonio Fernández Soler = Pronunció esta sentencia el señor D. Juan José Jiménez Caballero, Alcalde ordinario por S.M. de esta Villa de Guadalcanal hoy día veinte y cuatro de Marzo de mil setecientos y sesenta y tres, siendo testigos Basilio García, Manuel Berrocal y Sebastián Jandeca, vecinos de esta Villa – Francisco Muñoz Durán.”

No se conformaron con la anterior sentencia ni D.ª María Arjona, ni los herederos de don Diego de Castilla, D. Joaquín y D. Cayetano de Ayala, y acudieron en defensa de su derecho al Real Consejo de Órdenes, el cual por sentencia del 8 de Abril de mil setecientos setenta y dos, confirmó la del Alcalde de Guadalcanal y condenó en costas a los apelantes, sin que por ello estos cedieran, sino que acudieron en alzada ante la Real Junta de Comisiones, la cual juzgando “en grado de revista” dio su fallo inapelable y por real provisión de 9 de Agosto de 1775, confirmó en un todo la sentencia apelada. (70)

Quedó, pues, D. Pedro de Ortega en disfrute de todos los derechos que gozaron sus tíos, tanto en la Administración del Santuario, como en el disfrute de la vinculación de los Ortegas.
De aquellos años no tenemos otras noticias que el testamento que hizo María Antonia de la Fuente, casada en segundas nupcias con Cristóbal Muñoz, y que vivía en la calle de S. Bartolomé y dice uno de los legados que hizo: “Dejo a mi Señora de Guaditoca una capita encarnada”. En el inventario de bienes que hicieron sus albaceas aparece “una Imagen de Ntra. Señora de Guaditoca como de tres cuartas de alto, sin vestido.” Del cumplimiento del legado por sus albaceas D. José de Llanes y de la Rocha, presbítero, y Cristóbal Muñoz, hay el siguiente recibo “Digo yo el hermano Valero de la Cruz, Ermitaño de Ntra. Señoras de Guaditoca, que recibí de los albaceas de María Antonia de la Fuente, ya difunta, un dengue de color encarnado con junta de seda guarnecido, y una Imagen de Ntra. Señora con el rostrillo que le mandó y legó en su testamento. Y para que conste firmé en Guadalcanal y Junio 29 año de 1774.- Hermano Valerio de la Cruz.(71)

Por necesidad de agua, acordó la Villa traer en rogativas a la Santa Imagen, por auto de 8 de Mayo de 1775, y nombró Comisarios a don Cayetano y D, José de Ayala; D. Juan de Gálvez Rubio, Presbítero, D. Luis Castilla, don Agustín Javier de Morales, D. Diego de Morales y Toledo, D. Agustín Guzmán y D. Antonio Álvarez.
Pocos años disfrutó D. Pedro de las preeminencias de familia, ganadas a pesar de las contradicciones de que hemos hablado y a costa de dispendios cuantiosos; murió en 1778 y le sucedió en los Mayorazgos y derechos familiares, su hijo D. Juan Pedro de Ortega y Tena, habido de su legítima muger D.ª Ana de Tena Ortega y Toledo; y en primero de Marzo se posesionó del Patronato que fundó D. Pedro de Ortega Freire, dándole quinta y pacífica posesión el Lcdo. D. Antonio Cabezas y Salgado, Abogado de los Reales Consejos y Juez depositario de la jurisdicción ordinaria de la Villa; siendo testigos D. Paulino Caro Guerrero, del Orden de Santiago, cura de la Iglesia Mayor de Santa María, D. Antonio Rocafiel, Teniente del Regimiento de Caballería de Santiago y el Hermano Valero de la Cruz, Ermitaño de Guaditoca; de todo lo cual dio fe y levantó acta el Escribano Diego José Escutía.
Acudió D. Juan Pedro en súplica a Su Magestad para obtener la Real Cédula necesaria, nombrándole Administrador perpétuo del Santuario y la consiguió en 13 de Febrero de 1779. En 27 del mismo mes, los señores Justicia y Regimiento de la Villa, recibieron la Real cédula y mandaron guardarla y cumplirla, insertándolo a continuación del auto.

martes, 9 de marzo de 2010

CAPÍTULO IX (1ª Parte)

Don Pedro de Ortega y Arjona solicita el nombramiento de administrador interino.- El Ayuntamiento pretende se nombre a D. Agustín Javier de Morales.- El Vicario nombra a D. Diego de Castilla.- Renuncia éste y es nombrado D. Agustín J. de Morales.- Obtiene don Pedro de Ortega Real Cédula.- Pleito sobre el vínculo que fundó D. Pedro de Ortega Freire.- Donación a Ntra. Sra. De Guaditoca de María Antonia de Fuentes.- Muerte de D. Pedro.- Su hijo Juan Pedro obtiene Real Cédula de S.M.

A la muerte de D. Nicolás Ortega y Toledo, como no dejara hijos, su sobrino D. Pedro de Ortega y Arjona, hijo de D. Juan Ortega y Toledo y de su mujer doña Isabel de Arjona y Morales, acudió en suplica al Provisor de Llerena, alegando ser tercer nieto de D. Alonso Carranco, y fundándose en las Reales Cédulas que alcanzaron sus tíos don Alonso y D. Nicolás, para deducir “que es justo conservar en la familia este derecho honorífico del Patronato y administración del Santuario de Guaditoca, que le pertenece” y suplicando por ello que en el interin, y hasta tanto hago recurso a S.M. para que se me despache igual cédula y título y conceda la administración de dicha Ermita y Santuario, como descendiente de dicho D. Alonso Carranco de Ortega, mediante no haber dejado sucesión D. Nicolás, se sirva nombrarme por administrador interino, librando despacho para que se me haya y tenga por tal y pueda usar libremente de las facultades correspondientes según y en la conformidad que las han usado y ejercido los expresados míos tíos”. Esta solicitud debió firmarse el 9 de Mayo.
Por otra parte el Ayuntamiento, en sesión del mismo día 9, tomó acuerdo de nombrar administrador interino, y se consignó en el acta correspondiente que dice así: “Se representó por parte de los Señores Alcaldes como ha fallecido D. Nicolás Ortega y Toledo, Alférez mayor que fue de este Ayuntamiento y que este gozaba la administración de la Ermita y rentas de la Imagen de Ntra. Señora de Guaditoca Patrona de esta villa, con título y cédula real, y que hallándose vacante dicha administración e inmediata la función de su fiesta y feria, que se celebra por pascua de Espíritu Santo, y gozando esta villa la preheminencia de nombrar Mayordomo de fábricas de Iglesias y ermitas, podrá tomar en esto la providencia que tuviere por más conveniente; y oída por los señores capitulares dicha proposición, votaron de secreto y la mayor parte se conforman en que se nombre administrador y que este nombramiento se presente al Sr. Vicario general o al señor provisor de esta Provincia para su aprobación. En cuyo supuesto de conformidad nombraron al Sr. D. Agustín Javier de Ortega y Morales, regidor de este Ayuntamiento y acordaron que presentado y aprobado este nombramiento use de la dicha administración, como la tenía el dicho D. Nicolás, interin que la parte que fuese interesada sacase legítimo título”.
Acudió D. Agustín Javier de Ortega al Provisor de Llerena para obtener el correspondiente título de Administrador interino.
Al día siguiente, 10 de Mayo, el Sr. D. Miguel de Venegas y Oliveros, del orden de Santiago Provisor Juez eclesiástico ordinario de la provincia de S. Marcos de León mandó a don Pedro de Ortega “haga constar la narrativa de su pedimento dentro de tercero día, con apercibimiento que se proveerá a lo que haya lugar en derecho y sin perjuicio de superior y real resolución,” y en cuanto a la solicitud que se presentó en nombre del Ayuntamiento, dispuso que se agregará a la de D. Pedro y se tuviera a la vista.
Al día siguiente solicitó D. Pedro al Vicario de Guadalcanal que recibiese información de los testigos que ofrecía presentar para comprobar los extremos de su petición al Vicario general; y sin demora recibió el Vicario, Don Juan de Ortega Ponce de León, declaración jurada, y por ante notario, a los presbíteros D. Juan Pérez Carranco, juez de cruzada, don José Martínez y don Antonio Moreno Blanco, Comisario del Santo oficio; y en el mismo día llevó y presentó D. Pedro la información justificativa en la audiencia del Provisor de Llerena, juntamente con un testimonio fehaciente de la Real Cédula, dada a favor de su tío D. Nicolás. En el mismo día, D. Antonio de Castilla, como Mayordomo del Consejo y su Procurador síndico por el estado noble, otorgaba poder a favor de Pedro Santos, de Llerena, para que representase y defendiese los derechos del Ayuntamiento ante el Provisor de Llerena, personándose el mismo día en autos.
El día 12 resolvió el asunto de la administración interina el Provisor en contra, por cierto, de las dos partes litigantes, por el siguiente auto: “En atención a que según resulta de los autos el Ayuntamiento de la villa de Guadalcanal no tiene facultad de nombrar persona para la administración de la Ermita de Nuestra Señora de Guaditoca: ni D. Pedro Toledo (Ortega y Arjona) derecho alguno a serlo, apareciendo del testimonio de la real cédula una concesión graciosa y personal para D. Nicolás de Toledo; no ha lugar a las pretensiones de estas partes. Y usando su merced de las facultades de su jurisdicción, nombra con la misma cualidad a D. Diego de Castilla y Cervantes para que en el interin que por Su Magestad (que Dios guarde) se determina de persona administre y haga cuento debía hacer el dicho don Nicolás en fuerza de su título, a cuyo fin se le despachará el correspondiente: así lo mando etcétera...” En el mismo día se expidió el oportuno título de nombramiento de administrador interino.
Sorprendió a D. Diego de Castilla el nombramiento que en él recayó, sin buscarlo, por espontánea voluntad del Vicario general; y con fecha 17 de Mayo, estando éste en Guadalcanal, le dirigió respetuosa instancia, rogando se le aceptara la renuncia “mediante a mis muchas y crecidas ocupaciones en negocios que tengo a mi cargo, como la asistencia precisa y natural a mi caudal y propios bienes, que necesitan de la mayor atención; y en ello divierto todo el año, sin quedarme tiempo alguno para ajenos encargos; atento a lo cual y para que no se sigan perjuicios algunos a dicha Ermita y su caudal por la falta de mi asistencia.” Suspendió el Vicario general el hacer el nombramiento de nuevo administrador hasta que llegara a Llerena para hacerlo con vista de los autos, y el Ayuntamiento volvió nuevamente a su empeño de que se expidiese título al que había nombrado, instando Pedro de Santos, por lo próxima que estaban las fiestas de Guaditoca “cuya celebración da principio el día tres del mes de Junio, necesitándose aun, además los días que faltan que transcurrir, para prevenciones previas; siguiéndose de ello notable perjuicio, digno de reparo.” El día 23, se presentó la solicitud anterior, y en el mismo día dispuso el Provisor que en consideración a lo que por esta parte se expone, y haberse excusado el nombrado, lo que es constante según consta de su desistimiento, que se halla en autos: Y atendiendo a las buenas prendas y circunstancias que concurren en D. Agustín Javier Morales, vecino de la Villa de Guadalcanal, su seguridad y buena conducta, desde luego, usando su merced de las facultades que le competen, y sin ninguna atención a que se hubiera nombrado por la Villa, sin este respecto, y antes bien si, con positiva exclusión de él, en los mismos términos, y con iguales requisitos y calidad de por ahora e interein que otra cosa de providencia por S.M. y señores del real Consejo de las Órdenes, le nombraba, y nombró, al predicho D. Agustín Javier de Morales, vecino de dicha Villa de Guadalcanal por tal Administrador interino; y mando se le despache título en la forma ordinaria, para de este modo precaver los perjuicios que omitiéndolo se seguirían, estando tan inmediata la festividad y feria de dicha Santa Imagen.” (67) Se apresuró D. Pedro a pedir la Real Cédula, como sucesor legítimo de los derechos de sus tíos D. Nicolás y D. Alonso; y a su vez el Ayuntamiento acudió al Real Consejo de Órdenes, haciendo valer el derecho que creía asistirle para nombrar administrador del Santuario, presentando el siguiente escrito justificativo.

viernes, 5 de marzo de 2010

Taller de Bordados "Nuestra Señora de Guaditoca"

Desde el pasado mes de Enero, y regentado por nuestro hermano mayor, Miguel A. León Morán, se encuentra en funcionamiento en nuestro pueblo el Taller de Bordados "Nuestra Señora de Guaditoca", con sede provisional en la Casa Hermandad de la Hermandad de la Santa Vera Cruz de nuestra localidad.

En el mismo, un grupo de hermanas de nuestra hermandad, bajo las directrices de nuestro hermano mayor, se encuentran aprendiendo el oficio del bordado en oro a realce y aplicación, realizando sendos trabajos para diferentes Hermandades Locales.

Asi, para la Hermandad de la VeraCruz han realizado un juego de dalmáticas que se pudieron contemplar en la Parroquia de Santa María de la Asunción durante los días de Quinario de dicha Hermandad, y que serán estrenadas en la próxima Estación de Penitencia del Jueves Santo.

De la misma forma, para la Hermandad de las Tres Horas se encuentran realizando una saya de salida para Nuestra Señora de los Dolores, titular de dicha corporación, que de la misma forma será estrenada en la próxima Semana Santa.

Una vez finalicen estos trabajos, comenzarán diferentes proyectos de cara al enriquecimiento del ajuar de Nuestra Patrona.

Desde aquí, agradecemos a las personas que componen este taller el haber elegido el mejor nombre para el mismo, el de Nuestra Patrona, así como deseamos que sigan realizando estas maravillosas obras de arte para nuestras Hermandades y Cofradías.

En breve, se ofrecerá una galería fotográfica de los trabajos realizados en dicho taller.

lunes, 1 de marzo de 2010

Óbito

Trasladamos desde nuestra Hermandad nuestro más sentido pésame a nuestra hermana y secretaria segunda de nuestra Junta de Gobierno, Dña. Isabel Mª Arroyo Cabanillas, por el fallecimiento en el dia de hoy de su padre en la capital de España.

Vaya desde aquí nuestro más sentido pésame para ella y toda su familia.

Con la certeza de que goza en estos momentos de la inefable presencia de Nuestra Señora, y confiados en que se encuentra en Su Regazo y Bajo su Protección, rogamos una oración por su eterno descanso.