jueves, 29 de julio de 2010

XXV Aniversario del Coro Romero "Nuestra Señora de Guaditoca"

El próximo viernes, 30 de Julio, a las 21.30 horas de la noche en el Cine-Teatro Municipal de Guadalcanal tendrá lugar un acto conmemorativo organizado por el Coro Romero "Nuestra Señora de Guaditoca", de Guadalcanal, con motivo de la celebración del XXV Aniversario de la fundación de esta institución.

La entrada es gratuita para todos los asistentes.

Este acto se suma a los diferentes eventos que nuestro Coro Romero viene celebrando durante todo este año 2010 con motivo de esta importante efemérides.

viernes, 23 de julio de 2010

FIESTAS PATRONALES 2010

A continuación detallamos los Cultos y Actos que se celebrarán en Guadalcanal a partir del próximo 15 de Agosto y hasta el último sábado de Septiembre con motivo de las Fiestas Patronales en Honor y Gloria de Nuestra Señora de Guaditoca, Patrona de Guadalcanal:

Domingo 15 de Agosto, DIA DE LA VIRGEN:
Durante todo el día en la Parroquia de Santa María de la Asunción, Nuestra Señora de Guaditoca, Patrona de Guadalcanal, permanecerá expuesta en
SOLEMNE Y DEVOTO BESAMANOS

Sábado 28 de Agosto de 2010:
A las 21.00 horas SOLEMNE PROCESIÓN DE NUESTRA SEÑORA DE GUADITOCA, Patrona de Guadalcanal, al Real de la Feria, acompañada por las Autoridades Civiles y Eclesiásticas, por las Hermandades de Penitencia y Gloria de Guadalcanal y por la Banda de Música “Nuestra Señora de Guaditoca”. Invitamos a todas las Señoras a que luzcan la clásica y tradicional mantilla española para acompañar a la Santísima Virgen al Real de la Feria.


SOLEMNE Y ANUAL NOVENA EN HONOR A NUESTRA SEÑORA DE GUADITOCA, PATRONA DE GUADALCANAL


Dará comienzo el jueves, 09 de Septiembre de 2010, a partir de las 20.00 horas en la Iglesia Parroquial de Santa María de la Asunción. El orden de los cultos será el siguiente: Exposición del Santísimo Sacramento del Altar, Rezo del Santo Rosario, Ejercicio de la Solemne Novena y Celebración de la Eucaristía, que estará presidida y predicada por el Rvdo. Sr. Don Juan Carlos de la Rosa Egea, Pbro. Párroco de Santa María de la Asunción de Guadalcanal.


El sábado, 18 de Septiembre de 2010, a partir de las 20.30 horas, se celebrará la
SOLEMNE FUNCIÓN PRINCIPAL DE INSTITUTO
De la Real e Ilustre Hermandad de Nuestra Señora de Guaditoca, Patrona de Guadalcanal, que estará presidida y predicada por el mismo orador sagrado. Al ofertorio de la misma, esta Real e Ilustre Hermandad celebrará su anual y solemne Protestación de Fe, defendiendo los dogmas marianos y propios de nuestra Santa Madre Iglesia.


El domingo 19 de Septiembre de 2010 a las 19.00 horas se rezará el Santo Rosario a Nuestra Señora de Guaditoca, y seguidamente, Nuestra Patrona quedará expuesta en Solemne y Devoto Besamanos de despedida de todos sus fieles.

ROMERÍA DE SEPTIEMBRE 2010


Viernes 24 de Septiembre de 2010: A las 20.00 horas se celebrará Santa Misa en la Parroquia de Santa María de la Asunción, tras la cual, se celebrará la Solemne Procesión de traslado de Nuestra Señora de Guaditoca a la Iglesia del Convento del Espíritu Santo de Guadalcanal. A las 12 de la noche se rezará el Santo Rosario Cantado en la Iglesia del Espíritu Santo, tras la cual, Nuestra Señora de Guaditoca, Patrona de Guadalcanal, quedará expuesta para la vela y veneración de todos sus fieles devotos.


SÁBADO 25 DE SEPTIEMBRE DE 2010:
A las 8 de la mañana tendrá lugar la Salida de Nuestra Señora de Guaditoca, luciendo sus galas de Pastora, en Romería hacia el Santuario de Nuestra Señora de Guaditoca. La Sagrada Imagen será portada a hombros por todos sus fieles y hará paradas en todas las cruces del camino para el canto de la Salve de todos sus romeros. Irá acompañada por todos sus romeros y romeras a pie, al igual que en carrozas y caballos.
A las 12.30 de la mañana se celebrará en el Santuario la SANTA MISA DE ROMEROS, presidida por Don Juan Carlos de la Rosa Egea, Pbro. Y cantada por el Coro Romero “Nuestra Señora de Guaditoca” de Guadalcanal.
A mayor Gloria de Dios Nuestro Señor
Guadalcanal, año 2010.

lunes, 12 de julio de 2010

Capítulo XI (2ª Parte)

Así terminó este litigio, entrando D.ª María Teresa en la administración del Santuario y sus rentas hasta que su hijo mayor llegare a la mayor edad.

En 1790 contienen las actas Capitulares algunas noticias de la traída violenta de la Santa Imagen al pueblo en el mes de Marzo. En el día 20 de este mes estando el Corregidor D. Martín Castelló (76) “en las casas de su habitación asistido del escribano de la Villa y otras personas como a las once de la mañana, se le presentaron seis o siete mujeres pidiendo permiso para traer a esta Villa la Imagen de Nuestra Sra. de Guaditoca desde su Ermita o Santuario del sitio del mismo nombre, distante cerca de dos leguas, y que habían llegado sobre lo mismo al Sr. Vicario y les había respondido no podía darles la licencia que pedían y que sobre ello ocurriesen a la Villa o al Corregidor. En vista de lo cual se le respondió por su merced, que no podía ni debía disponer cosa alguna en el asunto sin acuerdo del Ayuntamiento, y que las referidas y los demás que entendiesen haber necesidad o justa causa para disponer la traslación de dicha soberana Imagen, podrían acudir a los síndicos de la Villa para que estos lo propusiesen en el Ayuntamiento que debía celebrarse al siguiente día… con cuyas razones se retiraron conformes al parecer. El Corregidor dispuso la citación para el Cabildo del día 21; pero en la madrugada de este día, hallándose su merced en la cama, se oyeron golpes a sus puertas y por la familia se le informó que el que llamaba era D. Juan Remigio Valencia, protonotario Eclesiástico, con recado del Sr. Vicario por el que hacía presente que habiéndose arrojado algunas gentes del pueblo desde el día, decía haber sabido en su noche que intentaban arrancar de su trono dicha soberana Imagen y traerla a esta Villa; y había enviado orden para que nadie concurriese a semejante operación, pena de veinte ducados, sobre lo cual parece quería enterarse si había alguna disposición de Justicias o del Ayuntamiento: a lo que se le respondió no habíala, y que procurase impedir la operación por los medios que le pareciesen más conformes a contener los comuneros, pues su merced no podía resolver cosa alguna sin conferencia y acuerdo del Ayuntamiento, con lo que se retiró el Eclesiástico diciendo se despacharía segunda orden para contener a la gente: pero a buen rato volvió, asistido del presente escribano, y dio razón de que ya estaba la soberana Imagen inmediata al pueblo y convento de Religiosas del Espíritu Santo, y que si había de echar el repique general, a lo que volvió su merced a responder que no entendía de esto, ni disponía cosa alguna sin acuerdo de la Villa y su Ayuntamiento. En cuyo entretanto se oyeron diferentes escopetazos y que la Imagen se había introducido en la Iglesia de dicho Convento, con cuya noticia dejó su merced la cama a fin de enterarse mejor de lo ocurrido.”

De todo ello dio cuenta al Ayuntamiento, reunido en su casa para que acordara lo más conveniente. “Enterado el Ayuntamiento, después de haber conferido, acordó: que siendo como notorio el hecho que queda relacionado y en grave ofensa de la Villa, sus facultades y respetos que han por razón del patronazgo, como por la antigua inmemorial costumbre que la autorizan para semejantes disposiciones, con atención al soberano objeto y a que se presente el vulgo o buena parte de él, autor de una operación inculta y arrebatada con el pretexto de pedir el agua para los campos, no encuentra el Ayuntamiento tener que hacer en el presente caso más que atemperarse y dejar obrar a el común por medio de las personas que se demuestren representantes de su devoción y obsequio; protestando el Ayuntamiento la irrupción y transgresión de sus fueros y facultades, y tomar sobre ello para lo sucesivo las providencias más oportunas y eficaces a preservarse de semejantes insultos, y a que, como puede proceder el presente de haber quedado sin satisfacción el último acontecimiento de esta naturaleza, que pasó dos años hace, no sea este segundo el motivo de tercero y ulteriores; para lo que podrá conducir a averiguar diligentemente los primeros o principales autores de esta determinación”.

Cerca de un mes permaneció la Santa Imagen en el interior de la clausura del Convento del Espíritu Santo, y mientras tanto se formó proceso (que no hemos podido encontrar) y se tomaron providencias por el Sr. Corregidor hasta que en 16 de Abril, en Cabildo que celebró la Villa, y al que asistió D. Paulino Rafael de Caro, presentó el escribano de Cabildo el expediente formado a instancia de D. Bruno de Ortega y Saavedra sobre que la soberana Imagen de Nuestra Señora de Guaditoca se traslada desde el Convento del Espíritu Santo a la Parroquia de Sta. María de la Asunción y providencias sobre ello dadas por el Sr. Corregidor de ella, y enterados dichos señores dijeron: “Que sin perjuicio de lo acordado anteriormente, y de proceder al castigo y corrección de los que intervinieron en el atropellamiento, a que dicho acuerdo hace referencia, se disponga la traslación de dicha soberana Imagen para la tarde del día 18 del presente mes, disponiéndose la procesión general que ha sido de estilo; todo ello en consideración de la solicitud hecha por el mencionado D. Bruno e instancia del referido Síndico, para cuyo caso se pase el recado de urbanidad a los Sres. Curas y a la Abadesa del Convento del Espíritu Santo, para que presente la Sra. en la Iglesia para el dicho día y se conduzca en la procesión acordada a la dicha parroquial. Y el Ayuntamiento nombró por Comisarios a D. Francisco Cabaleri, a D. Antonio Castilla Minas, D. José Arana Sotomayor y Francisco Álvarez a quienes se les haga saber para que les conste.

Y en atención a que en las anteriores funciones se ha experimentado el desorden de tirarse muchos tiros dentro de esta población en desobedecimiento a las órdenes de su merced y en perjuicio de la causa pública, se le hacía presente a su merced el Sr. Corregidor para sobre ello tuviese a bien las más eficaces providencias para contener el desorden”.

lunes, 5 de julio de 2010

CAPÍTULO XI (1ª Parte)

Nuevas pretensiones del Ayuntamiento al Patronato del Santuario de Guaditoca.- Provisión del Real Consejo de Órdenes.- Traída tumultuosa de la Virgen en 1790.- Acuerdo del Ayuntamiento.

A la muerte de D. Juan Pedro de Ortega renovó el Ayuntamiento sus pretensiones a ejercer el patronato sobre el Santuario de Nuestra Señora de Guaditoca.
En las anteriores ocasiones limitaban sus aspiraciones al nombramiento de Mayordomo interino hasta que el descendiente de D. Alonso Carranco obtuviera la Real Cédula, según se previene en la concesión a D. Alonso Ortega y Toledo, Marqués de San Antonio; ahora intenta el Municipio ejercer por sí tal derecho.
En efecto: el Ayuntamiento nombró administrador del Santuario y caudal de la Santísima Virgen de Guaditoca, en Diciembre de 1789; pero el 19 de Enero siguiente por un auto declaró el Alcalde mayor de la Villa, D. Antonio Donoso de Iranzo, que este nombramiento se entendiera como interino y por la menor edad y falta de aptitud de D. Francisco de Ortega y Tena y sin perjuicio de los derechos que a éste correspondieran.
Acudió D.ª María Teresa a S.M., y obtuvo Real Cédula necesaria para administrar el Santuario durante la menor edad de su primogénito, y con obligación de que este al llegar a la mayor edad, había de sacar título para su disfrute. Fue dada la Real Cédula en Aranjuez a 24 de Marzo de 1792.
Recibida la Real Cédula el Vicario eclesiástico de la Villa de Guadalcanal cumplió inmediatamente el mencionado Real Título; pero al presentarlo al Ayuntamiento, se opuso este en 17 de Abril del mismo año, alegando que no podía mirar sin el mayor dolor la enajenación del Patronato del Santuario y la administración de sus bienes producidos de heredades, rentas y limosnas; exponiendo la intervención que ejerce la Villa cuando por alguna necesidad se conducía al pueblo la Santa Imagen y se restituía procesionalmente a su Ermita; llamando obrepticia y subrepticia a la adquisición del patronato por los Ortegas; sindicando la conducta de los patronos en términos acres y mordaces; figurando defectos de reparación y de ornamentos en la Ermita; atribuyendo a prepotencia de los Ortegas el haberse mantenido y permitiéndosele la continuación en el patronato, y alegando el nombramiento que hacía la Villa de Mayordomos de Fábricas y demás Ermitas, y el que hizo para Guaditoca a la muerte de D. Juan Pedro de Ortega; acordando en su virtud suspender el cumplimiento del Título, y acudiendo al Consejo de Órdenes para que “se dignase declarar el patronato de la referida Ermita y la administración de caudales en favor de la Villa, interin y hasta tanto que el supuesto Patronato actual acreditaba instrumentalmente la propiedad del referido patronato con citación y audiencia del Ayuntamiento, o en defeco resuelva que la Villa formalice en esta superioridad la correspondiente demanda, a la que estará pronta, como en obedecer con el mayor respeto sus preceptos, y que las cuentas de los caudales de la Santa Imagen se tomen en el Ayuntamiento, o al menos, se reconozcan o aprueben, sin perjuicio de la calificación del Consejo a donde se remitan anualmente”. Noticiada D.ª María Teresa de esta novedad, solicitó la posesión del Patronato para los efectos prevenidos en el Real Título y se le denegó hasta la resolución del Consejo en auto, que proveyó el Corregidor en veinte de Abril; dándosele testimonio que se apresuró a remitir al Consejo, nombrando procurador a D, Esteban Puzón y Merino.
Acudió éste en defensa de su parte, pidiendo que se mandase obedecer y cumplir el Real Título despachado, reservando para otro juicio de mayor conocimiento los pretextos de la Villa, si en él los dedujese; y contestando a los cargos del Ayuntamiento dice: “que es extraño que este haya guardado tanto silencio cuando ahora aparenta celo excesivo, probando este vario modo de pensar que lo que se busca es pretextos. Y en cuanto a la obrepción y subrepción, a la prepotencia de los Ortegas y a lo demás que se expone alusivo a poner en disputa el patronato y a radicarle en la Villa con el último nombramiento de Mayordomo, presentó con igual juramento las diligencias originales obradas en el año 1759, cuando con otros iguales pretextos quería oponerse el Síndico Procurador de Guadalcanal a que se expidiese Real Título de Patronato a D. Pedro de Ortega y Arjona, abuelo paterno del hijo menor de la mía; pues del Archivo de la misma Villa se puso testimonio del Real Título primitivo que con fecha en Balsain a 4 de Septiembre de 1722, se despachó a D. Alonso de Ortega Ponce de León y Toledo, cuyo contexto desvanece el dolor de la enajenación que ahora aparentan los concejales, y los vicios que atribuyen a los Ortegas: pues precedidos los informes, que el Consejo graduó necesarios, se acreditó el relato que había hecho D. Alonso de Ortega Ponce de León de que su segundo abuelo D. Alonso Carranco había labrado a su costa una Ermita de Nuestra Señora de Guaditoca para trasladar a ella la divina Imagen, por ser la que tenía corta e indecente, precedida la licencia del Vicario general de la provincia, quien había mandado que no se le embarazase en el uso de una puerta que de dicha Ermita, entraba a una casa contigua a ella para el efecto de su mayor asistencia y cuidado, según lo habían estado practicando el referido D. Alonso, su padre y su abuelo; y en vista de todo se despachó a el sobredicho el título de administrador para sí y sus sucesores en nombre de la Orden, con las facultades y prerrogativas que sucesivamente se han repetido en todos los demás Títulos sin intermisión…
Resulta además de dichas diligencias y en conformidad de lo hasta aquí expuesto, que la Villa en 20 de Octubre de 1722, sin reparo alguno mandó guardar, cumplir y ejecutar el referido Real Título despachado en Belsain y poner un tanto en sus libros para su perpétua constancia, certificando el escribano Francisco Muñoz Durán que aunque había registrado los acuerdos de diferentes años anteriores al de 1722, en que constaban los nombramientos que la Villa hacía anuales de Mayordomos de Fábricas y Ermitas, no se hallaba alguno de la de Guaditoca, y por último compulsó el acuerdo de 9 de Mayo de 1759 por el que con respecto a la proximidad de la feria y a haber fallecido D. Nicolás de Ortega y Toledo… nombró Mayordomo con la calidad expresa de interin que la parte que fuere interesada sacare legítimo título, como lo sacó el D. Pedro de Ortega y Arjona…”
Resolvió el litigio el Consejo de Órdenes, por Auto de 19 de Mayo del año 1792 mandando se librase el correspondiente despacho para que la Justicia y Ayuntamiento de Guadalcanal dentro de 24 horas siguientes a su recibo, diesen liso y llano cumplimiento al Real Título de Administrador de Guaditoca expedido en 24 de Marzo de este año, con apercibimiento; y se reserva a la Villa de Guadalcanal su derecho para que use de él en el Consejo cuando y como le convenga; expidiéndose en 21 del mismo mes la Real Provisión.