lunes, 16 de noviembre de 2009

"Hasta siempre, amigo Carlos" Por n.h.d. Jose Miguel García


Hasta siempre amigo Carlos.
Desde que en 1960 entró a formar parte de la congregación Franciscana, y tras 27 años de pontificado en la Archidiócesis de Sevilla, D. Carlos ha sido tan franciscano como Cardenal, tan pastor como gobernante, hombre que ha recibido a todo tipo de segmentos de la sociedad: políticos de diferentes ideologías, representantes de Colega (colectivo de gays y lesbianas), reclusos, cofrades, sindicalistas, artistas, aristócratas, etc. Negociador siempre con los políticos de turno, hasta ha casado a una Infanta.
Su homilía en el funeral de los esposos Alberto Jiménez- Becerril y Ascensión García cruelmente asesinados por la sin razón del terrorismo, dejo más que en evidencia a más de un ambiguo obispo de la zona norte de España, su comprensión a las causas de la huelga general de 2002, o sus declaraciones en contra de la guerra de Irak, escocieron y mucho al gobierno de entonces (P.P.). Hombre valiente, llano, afable y calculador.
Levantó el nuevo seminario metropolitano y construyó 30 parroquias, cediendo institucionalmente el vetusto palacio de San Telmo. Desde Sevilla, la cátedra de San Isidoro, ha sido referente mediático de todo el clero español.
Tubo como huésped dos veces a Su Santidad Juan Pablo II, aunque le concedió el Capelo Cardenalicio muy tarde. Gracias a él la organización administrativa y económica de la archidiócesis se modernizó, y en el palacio arzobispal donde había una mesa con escribanía se colocó un ordenador. Reorganizó las vicarías, dando mayor autonomía y trabajo de “campo” a los Vicarios, cuatro en la provincia y dos en la capital.
El pasado día 5 de noviembre, comunicaba su despedida y desde entonces no han dejado de correr ríos de tinta, deseándole lo mejor. Por algo será.
Como se dice aquí, en la tierra de María Santísima, Fray Carlos ¡Vaya usted con Dios¡