lunes, 28 de septiembre de 2009

"Solitaria se queda"

Siguiendo con las plegarias dedicadas a Nuestra Patrona, es momento de atender al título de la plegaria "Solitaria se queda" para englobar lo vivido el pasado fin de semana junto a Nuestra Señora de Guaditoca.


Atrás quedó la procesión solemne del viernes, cuando aproximadamente a las 11 de la noche Nuestra Patrona entraba en la Capilla conventual del Espíritu Santo. Nada más llegar fue engalanada con sus atributos de Pastora. Así aparecía a las 12 en punto de la noche en su nuevo Templete de Plata, vestida con sus Galas de Pastora para el rezo del Santo Rosario Cantado. Lucía la Señora el traje de Pastora rojo complementado con la antigua capa bordada en hilos de oro sobre tisú beige. Su pamela adornada por nardos y romero. Y presidiendo el altar mayor de la Capilla Conventual dio comienzo el rezo del Santo Rosario, acompañado por los cantos del Coro Romero "Nuestra Señora de Guaditoca".

Una vez finalizado este culto anual de Regla se procedió a la intensa noche de vela de los devotos de la Señora. Como siempre, emotiva y especial en esta su última noche en nuestro pueblo, rodeada de las personas que siempre le acompañan, tanto a su llegada a Guadalcanal como antes de su partida en Septiembre. Y casi sin darnos cuenta, entre rezos de plegarias a la Santísima Virgen, nos sorprendió a duerme vela el estallido del primer cohete que anunciaba la hora del adiós.


A las 8 en punto de la mañana y tras un alegre repicar de campanas del convento, hacía su salida por la puerta principal La Señora, entronizada en su nuevo templete de plata, el cual, al ser un nuevo enser dio algún que otro problema al inicio del camino hasta que los romeros que llevaron a Nuestra Patrona a su Santuario se cuadraron y adaptaron para ir lo más cómodos posible en el camino que nos llevó hasta su Ermita. Fue subsanado a la mayor brevedad posible gracias a la buena colaboración de todos los romeros que portaron a la Santísima Virgen durante todo el Camino.


A las doce y diez minutos de la mañana llegaba a la explanada del Santuario la Santísima Virgen, acompañada por los cantos de los romeros y entre el clamor y las palmas de todos los presentes. Los romeros que la portaban la fueron meciendo al compás de las sevillanas que cantaban, hasta llegar a la Cruz de la Aparición en donde se entonó la última salve antes de entrar en la Ermita. Finalizada la salve de nuevo las sevillanas y los vivas, y las mecidas hasta llegar a la Puerta del Santuario, en donde se despidieron de Ella los Romeros a Caballo, que portaron su Simpecado desde el pueblo hasta la Ermita. Tras la ofrenda de flores de los romeros a caballo de menor edad, las lágrimas de los devotos y los vivas, la Santísima Virgen hizo su entrada en el Santuario en torno a las 12.25 de la mañana, tras la cual, quedó entronizada en su Altar Mayor.

Pasados unos quince minutos dio comienzo la Santa Misa de Romeros, presidida por el Párroco de El Pedroso y cantada por el Coro Romero. Fue el último acto que se celebró en su Honor. A partir de ahí comenzaba la despedida de su pueblo que pasó durante toda la tarde a Venerarla. Ambiente festivo en el exterior del Santuario y muy emotivo en el interior, en una jornada de romería en la que, a Dios Gracias, no llovió, pese a la amenaza de unas cuantas gotas caídas durante la tarde. Llegada la medianoche, con algunos romeros aún en torno al Santuario, se cerraron las puertas de la Ermita y quedó Sola. Ahora empieza la cuenta atrás para una nueva primavera. Solo nos queda ir a verla cada vez que podamos. A buen seguro nos estará esperando en su Camarín, desde donde nos protege y bendice todos los días del año.