Tras una jornada de sábado marcada por el buen tiempo y las ganas de fiesta (la velá del convento duró hasta pasadas las 3 de la Madrugada), el Domingo 27 de Abril Guadalcanal amaneció con ganas de volver a encontrarse con Su Patrona, demostrándolo en la masiva asistencia de fieles a la Santa Misa que a las 10.00 de la mañana tuvo lugar en la Iglesia del Espíritu Santo. Con la Santísima Virgen aún vestida de Pastora, los devotos se acercaron a escuchar la Palabra de Dios, antes de llegar la tarde para acompañar a Nuestra Madre hasta su Parroquia de Santa María de la Asunción.
Ya por la tarde y entronizada en su Paso Procesional, Nuestra Señora de Guaditoca esperaba en la Iglesia del Espíritu Santo luciendo sus galas de Reina (estrenando saya bordada en oro por el taller de D. Francisco Carrera Iglesias, regalo de una devota) a que llegaran sus Hijos para bajarla hasta la Parroquia, paseándose por las calles de Guadalcanal. Las calles engalanadas con banderas de España, Andalucía y Guadalcanal, se llenaron de devotos de Nuestra Patrona para acompañarla en las filas hasta la Parroquia. A las 8 de la tarde hacía su aparición el Paso Procesional, precedido por cuatro ciriales con acólitos estrenando dalmáticas. La Santísima Virgen, Guapísima como siempre, iba este año precedida por Su Hijo, llevado a hombros por los niños que en el mes de Mayo recibirán por vez primera la Sagrada Comunión. Precedida también por todas las hermandades con sus estandartes corporativos, y por los hermanos mayores de las Hermandades de Guadalcanal, acompañando en la presidencia del paso al Hermano Mayor, al Párroco de Guadalcanal y a miembros de la Junta de Gobierno. La presidencia iba encabezada por el nuevo Estandarte Corporativo de esta Real e Ilustre Hermandad.
El Hermano Mayor, D. Miguel Ángel León Morán, presidió el Paso Procesional de Nuestra Patrona, junto al Excmo. Sr. Alcalde de Guadalcanal, la Corporación Municipal, los Hermanos Mayores de las Hermandades de Guadalcanal, y el Párroco, D. Gabriel Sánchez, al que acompañó un amigo diácono que compartió con nuestra Hermandad la Solemne Misa que precedió a la Procesión de la Virgen.
Ya por la tarde y entronizada en su Paso Procesional, Nuestra Señora de Guaditoca esperaba en la Iglesia del Espíritu Santo luciendo sus galas de Reina (estrenando saya bordada en oro por el taller de D. Francisco Carrera Iglesias, regalo de una devota) a que llegaran sus Hijos para bajarla hasta la Parroquia, paseándose por las calles de Guadalcanal. Las calles engalanadas con banderas de España, Andalucía y Guadalcanal, se llenaron de devotos de Nuestra Patrona para acompañarla en las filas hasta la Parroquia. A las 8 de la tarde hacía su aparición el Paso Procesional, precedido por cuatro ciriales con acólitos estrenando dalmáticas. La Santísima Virgen, Guapísima como siempre, iba este año precedida por Su Hijo, llevado a hombros por los niños que en el mes de Mayo recibirán por vez primera la Sagrada Comunión. Precedida también por todas las hermandades con sus estandartes corporativos, y por los hermanos mayores de las Hermandades de Guadalcanal, acompañando en la presidencia del paso al Hermano Mayor, al Párroco de Guadalcanal y a miembros de la Junta de Gobierno. La presidencia iba encabezada por el nuevo Estandarte Corporativo de esta Real e Ilustre Hermandad.El Hermano Mayor, D. Miguel Ángel León Morán, presidió el Paso Procesional de Nuestra Patrona, junto al Excmo. Sr. Alcalde de Guadalcanal, la Corporación Municipal, los Hermanos Mayores de las Hermandades de Guadalcanal, y el Párroco, D. Gabriel Sánchez, al que acompañó un amigo diácono que compartió con nuestra Hermandad la Solemne Misa que precedió a la Procesión de la Virgen.
Entrada la noche, nuestra Patrona llegó a una Plaza de España llena a rebosar. La recibió un alegre repique de campanas de la Torre de la Parroquia de Santa María, engalanada con banderolas y gallardetes rojos. La Parroquia también se engalanó con colgaduras rojas y repostero bordado para el trascoro. Todo a punto para recibir a la Reina de Guadalcanal en Su Casa, donde estará cinco meses para recibir el amor y la devoción de todo su Pueblo.
